La estación espacial rusa Mir continúa perdiendo altura y ayer orbitaba alrededor de la Tierra a 251 kilómetros, indicó la central de control de vuelo cerca de Moscú. Con ello la Mir se encuentra a punto de llegar a la altura crítica de 250 kilómetros a partir de la cual puede tener lugar en cualquier momento su destrucción controlada en la atmósfera.
Se calcula que este proceso se llevará a cabo el 20 de marzo. Entonces se encenderá a una altura de 220 kilómetros el cohete de propulsión de la nave de carga Progress que se encuentra acoplada a la estación. Según calculan los expertos, el coloso de 140 toneladas entrará en la atmósfera en un lapso de 30 minutos y se desintegrará en su mayor parte. Los restos caerán al Pacífico.
"Tengo la sensación de que la estación se resiste a su hundimiento como si fuera un ser vivo", aseguró Yuri Semionov, constructor en el consorcio de armamento y espacial Energiya.
A pesar de los retrasos, Semionov indicó: "Tenemos la misión bajo control y así seguirá siendo". Para el que fuera uno de los padres de la Mir es sin embargo difícil de imaginar "que todo se desintegrará".
Lluvia de desechos
En tanto, los 16 Estados isla que conforman el Foro del Pacífico Sur buscan garantías de Rusia de que los escombros de la Mir no caigan en sus países cuando la antigua estación espacial regrese a la tierra. Rusia prevé que la Mir americe a unos tres mil kilómetros al este de Nueva Zelanda en el océano abierto, con un estimado de una lluvia de 1.500 fragmentos que caerán a la tierra, algunos a una velocidad capaz de atravesar concreto reforzado.
La mayoría de las viviendas de la isla en el Pacífico Sur está construida de madera con techo de paja. "La planeada etapa final del descenso de la estación espacial rusa a una zona en el Pacífico Sur está generando serias preocupaciones debido a la incertidumbre acerca de cuando y donde caerá", dijo ayer Iosefa Maiava, secretario general del Foro en un comunicado.
"Queremos estar completamente informados acerca del tiempo y el recorrido del descenso y estamos buscando la garantía de que esta actividad represente mínimas amenazas a las islas del Pacífico", agregó.
La organización que enfrenta los desastres en Australia, la Emergency Management Australia, dijo que desechos de la Mir del tamaño de un miniauto podrían llegar a la Tierra, pero prevé que la estación espacial se zambulla en una zona del Pacífico Sur conocida como la tumba de escombros espaciales.
Aunque Rusia insiste en que la Mir no caerá en alguna área populosa, sin embargo ha tomado un seguro por 200 millones de dólares por cualquier eventualidad, dijo un ejecutivo de la industria aseguradora rusa.