Año CXXXIV
 Nº 49.052
Rosario,
sábado  10 de
marzo de 2001
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Una invasión de mosquitos tiene inquieta a la ciudad
Cuando cae el sol, los espacios verdes se ven invadidos por estos insectos. Malhumor general

Las altas temperaturas y la humedad se siguen apropiando del clima rosarino, y trajeron con ellas una verdadera invasión de mosquitos que tienen a todos los habitantes a maltraer. Repelentes, insecticidas y plaquetas nocturnas antiplaga para conciliar el sueño son algunas de las armas a las que echaron mano los rosarinos en esta virtual guerra sin cuartel. Pero no hay caso, la batalla resulta un tanto desigual y las ronchas y la picazón se hacen carne en la gente ante un aumento en la plaga, reconocida ya por las autoridades municipales.
Cuando cae el sol abrasador llegan sin que nadie los llame. La avalancha de mosquitos contribuye aún más al malhumor que produce la persistencia del calor.
"Luego de una tormenta y de un alto porcentaje de humedad la plaga recrudece", explicó el titular de la Dirección de Control de Vectores de la Municipalidad, Jorge Dañil.
Sin embargo, para el funcionario la situación de Rosario "está debidamente controlada, y registra un carácter normal, aunque con picos de aumento estacionarios".
El aluvión de mosquitos es considerablemente menor a la colonia de insectos que se formó entre abril y mayo del año pasado. Sin embargo, el reclamo de los rosarinos se sigue sosteniendo, ronchas y rascadas mediante.
Ayer a la tarde, en el parque Independencia, aerobistas, gimnastas, paseadores de perros y curiosos tenían el mismo tick: el palmeteo constante hacia las piernas o brazos que dejaba al mosquito estampado contra la piel.
La escena se repitió por los barrios, pero sobre todo en lugares cercanos al río Paraná. Dañil salió a poner paños fríos en el tema. "No existen zonas críticas en Rosario en las que resulte imposible convivir con los mosquitos, sí existen lugares con mayor población de insectos porque se fumigó hace cinco días y hay que volver a hacerlo", indicó el funcionario.
Desde la dependencia municipal se realizan periódicamente controles larvarios y de mosquitos adultos con métodos de fumigación, pero también con un trabajo especial en las zanjas y lugares de concentración de agua, donde proliferan muy especialmente.
No obstante, Dañil insistió con una máxima en el control de vectores: "Si hay humedad, la plaga tiene a favor una variable y la recolonización del mosquito adulto se hace más rápida".
Si persiste este clima, los batallones de mosquitos seguirán fastidiando a la población. "Fue un verano bastante bueno en cuanto a la presencia del insecto, se lo está controlando, pero la respuesta no es inmediata", se excusó el director de Vectores.
Aquellos que quieran presentar sus quejas, pueden comunicarse al teléfono 4802280, del Centro de Atención al Vecino.


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