Panorama

Por error o inacción, el saldo en Agricultura fue negativo

Berhongaray se fue de la cartera de Agricultura. Quince meses y ninguna flor

Susana Merlo

En pocos días más en los alrededores de Rosario se llevará a cabo una nueva edición de la muestra más representativa del campo, al menos para la producción de la pampa húmeda.
El hecho, que desde hace ya algunos años nuclea a industriales, productores, técnicos y al sector financiero relacionado con el campo, entre otros, sirve para hacer un balance de situación de un período a otro.
De esta forma y tomando lo que fue la presentación oficial del año pasado, hecha por la propia Secretaría de Agricultura bajo el rimbombante título de "En 100 días, 43 acciones" (ya discutible en aquel momento), se concluye que el balance anual del agro fue negativo y que el deterioro se debe básicamente a una conjunción de inacciones para encarar medidas correctivas necesarias en algunos casos, y en otros a la adopción de políticas erróneas.
Así, de los problemas existentes en aquel momento prácticamente ninguno se solucionó. Por el contrario, se sumaron otros nuevos producto en parte de la incapacidad oficial, y también a los errores en la interpretación de los problemas.
Como ejemplos extremos de ambos casos se pueden mencionar que sigue sin solucionarse el alto costo del gasoil y la reaparición de la aftosa después de cinco años sin que existan casos en el país.
Entre ambos se podría colocar la caída del 50% en la producción de girasol, el mantenimiento de áreas inundadas cada vez más extendidas, o la falta de reacción en producciones como la ovina o porcina, sólo por mencionar algunos temas.
Por supuesto que la propia Secretaría de Agricultura no logró salvarse y así desde marzo de 200 perdió presupuesto, dos subsecretarías, organismos tan estratégicos como el Inase dedicado a las semillas, participación en el gabinete nacional (especialmente frente a Industria, Cancillería y la Jefatura de Gabinete) y, lo más grave, gran parte de la línea de técnicos que constituyen el verdadero soporte del accionar oficial.
En aquel momento Agricultura sostenía que en 100 días se había:
* impulsado la refinanciación de pasivos del sector.
* optimizado las condiciones de comercialización.
* mejorado la posición negociadora del campo.
* encarado una agresiva política de promoción de exportaciones.
* reordenado administrativamente la Secretaría de Agricultura.
* recreado mecanismos de consenso dentro de la Sagpya (comisiones y grupos técncicos).
No hace falta efectuar comentario sobre lo que "realmente" se había hecho a ese momento y lo que sucedió durante los siguientes 12 meses. Por caso, la agresiva política de promoción pareció circunscribirse a superficiales partidos de polo en el exterior, mientras que el país está internacionalmente bajo la lupa por la situación sanitaria de la región, o al recambio del subsecretario del área en medio de una gira, justamente de promoción, mientras que ya había al menos dos o tres áreas del gobierno ocupándose también del mismo tema.
En cuanto a la implementación del seguro agrario y el nuevo régimen de emergencia agropecuaria, siguen tan verdes como hace un año, y los costos financieros para los productores son directamente insotenibles, mientras que sigue sin hacerse el blanqueo de los pasivos e irregularidades por moras crediticias, que tampoco sirven para aliviar a los productores con empresas inviables, por más 7% de tasa que dicen cobrar los bancos oficiales para refinanciar (aunque en realidad nadie la puede usar), mientras que la carga para las empresas regulares es inauditas y el crédito inaccesible ya que, por su costo, no hay empresa productiva que pueda soportarlo. Como si fuera poco, la situación de incobrabilidad bancaria también deteriora la calificación de las entidades y enrarece todo el sistema financiero.
Por eso, en esta nueva edición de la muestra más multitudinaria del sector agropecuario, va a ser interesante escuchar cuál es la nueva lectura oficial sobre el campo, e igualmente sorprendente va a resultar la renovada apuesta de los empresarios del sector, firmemente convencidos de que deben seguir apostando hacia adelante.