Brian tenía 17 meses cuando recibió un fuerte golpe de puño que le provocó la muerte. Los acusados por el crimen fueron sus propios padres, sobre quienes pesaban sospechas de maltratos anteriores. Ambos fueron procesados por el homicidio, pero la situación finalmente se revirtió para la madre del chiquito: tres jueces de la Cámara Penal revocaron el procesamiento y la liberaron por falta de mérito, al entender que la mujer "no tuvo una intención homicida".
Brian Ezequiel Orellano murió el 27 de abril de 2000 tras recibir un fuerte golpe de puño en el abdomen. Lorena Orellano, su madre, había salido de compras y, como otras veces, dejó sus hijos al cuidado de su concubino. Durante su ausencia, el niño recibió la trompada que le produjo un desgarro a la altura del páncreas y le provocó la muerte por paro cardíaco.
Golpe fatal
No era la primera vez que el niño sufría una agresión. Dos meses antes había permanecido ocho días internado con traumatismo de cráneo, aparentemente como resultado de una golpiza. Desde entonces, en su historia clínica quedó registrado el posible caso de maltrato. Por eso, cuando falleció, los médicos pidieron que le realizaran una autopsia para determinar las verdaderas causas de su muerte.
El resultado de ese examen fue terminante: el chiquito había recibido un golpe traumático del que fueron acusados sus progenitores: su madre, de 24 años, y el concubino de ésta, Daniel Alfredo Sosa, de 35. Ambos fueron procesados por homicidio calificado por el vínculo en el juzgado de Instrucción Nº 11, a cargo de Carlos Triglia.
La defensa de la mujer apeló y la resolución fue revisada en la Sala II de la Cámara de Apelaciones. Los jueces Rubén Jukic, Antonio Paolicelli y Guillermo Fierro revocaron el procesamiento y dictaron la falta de mérito a Orellano, que fue liberada el jueves. En tanto, el dictamen contra Sosa sigue firme y el hombre será sometido a juicio como autor del crimen.
Contexto traumático
La terrible historia de Brian tuvo como trasfondo un contexto de pobreza abrumador. Su padre biológico está preso y su madre estuvo durante años bajo la tutela de un juez de menores. Tuvo otros hijos siendo menor de edad y debió dejarlos al cuidado de sus familiares.
"La simple lectura del expediente muestra un desolador panorama familiar de vínculos laxos y en un hábitat de extrema pobreza", evaluaron los jueces, que liberaron a la mujer porque no se encontraba en la vivienda cuando el niño fue golpeado. "En ningún momento tuvo un propósito homicida", afirmaron.
Además, destacaron que la madre de Brian hizo la denuncia policial y describió lo ocurrido con precisión. Sosa, en cambio, modificó su testimonio en varias oportunidades: habló de una supuesta caída del menor o de un posible golpe que le habría efectuado la hermanita con un juguete.
Todo ello fue refutado por las pericias. Pero además, fue la hermanita de Brian, una nena de 3 años, quien incriminó a su padrastro. A pesar de sus limitaciones expresivas, la chiquita fue clara al señalar que el hombre mantenía una conducta agresiva y golpeadora con ella y su hermanito: dijo que fue Sosa quien "mató" a su hermano "Pompón".
Por otra parte, se acreditó que durante el incidente anterior de presunto maltrato el niño se encontraba en el patio de la casa, únicamente con Sosa, quien estaba encargado de cuidarlo mientras la madre dormía.