Año CXXXIV
 Nº 49.052
Rosario,
sábado  10 de
marzo de 2001
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Trece efectivos implicados en irregularidades en el departamento Iriondo
Imputaron a otros cuatro policías en una causa por ocultamiento de delitos
Los sospechados cumplían funciones en Cañada de Gómez con el anterior jefe de la fuerza, Arturo Cruz

Walter Gasparetti

Cañada de Gómez.- El ex jefe y subjefe de la agrupación Unidades Especiales de la Unidad Regional X, además de otros dos policías de la misma fuerza, fueron imputados por la jueza de instrucción de esta ciudad, Ana María Bardone, por el delito de encubrimiento. La medida judicial, de la que no se dieron mayores detalles, involucra varios ilícitos que se desprenden de un trabajo final de investigación entregado a la justicia por efectivos de la División Judiciales de la ciudad de Santa Fe.
La imputación de Carlos Magra (ex jefe), Ricardo Roldán (ex subjefe), Walter Corsetti y Miguel Angel Ghío se suma a la de otros nueve policías de la jefatura del departamento Iriondo que están en la misma situación, aunque el origen de las imputaciones obedece a hechos disímiles. Entre otros se destaca las sospechas a policías de haber dejado libre una zona de la ruta 9 para la operatoria de los asaltantes de caminos.
La información fue aportada a La Capital por el secretario de Instrucción del juzgado en lo penal, Jesús Rizzardi, quien explicó que la causa con las cuatro imputaciones se judicializó a raíz de la investigación efectuada por los efectivos de la División Judiciales de Santa Fe. Los policías imputados formaba parte de la sección Investigaciones en anteriores conducciones, como la de Arturo Ignacio Cruz y de Edgardo Aranda, este último también imputado.

Una jueza amenazada
Las causas son investigadas por Ana María Bardone, la titular del juzgado de instrucción de Cañada de Gómez que aún continúa con vigilancia de efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), debido a una amenaza de muerte que recibió a principios de este año que investiga otro juzgado de esta ciudad.
En rigor, Bardone sigue varias causas vinculadas a las sospechas de policías en delitos como haber dejado libre la ruta 9 para hechos de piratería del asfalto, haber ocultado el nombre del autor de un hurto calificado en la zona sur de esta ciudad (que resta resolver judicialmente) y ahora por encubrimiento de varios hechos ocurridos en la zona.
El más resonante fue el robo de un camión con 34 mil litros de combustible, depositados clandestinamente en una estación de servicio de Correa, cuyos titulares fueron detenidos. Un escrito con datos aportado por las TOE dio el inicio de una investigación que llegó a la imputación del ex jefe de la Unidad Regional X, Edgardo Aranda y toda la plana mayor de ese entonces.
A partir de ese robo surgió la sospecha de la existencia de una "zona liberada" en un tramo de la ruta 9, en la que se supone que operaban piratas del asfalto. La investigación judicial habría comprobado que la anterior jefatura de policía del departamento Iriondo no hacía cumplir las órdenes que tenía para prevenir tales episodios.

Siguen los robos
Paralelamente en Cañada de Gómez no ha cesado el robo de bicicletas y ciclomotores, aunque diversos operativos dan cuenta de la recuperación de un número importante de vehículos. En rigor, el esfuerzo policial no compensa totalmente las expectativas de la población, que aún desconfía de la institución policial.
Un sondeo realizado por este diario indica que la falta de seguridad es uno de los temas que más preocupan a la población. Para dar una idea de los robos que se registran en esta ciudad a este cronista le robaron tres ciclomotores en el término de cinco años. Estos vehículos nunca fueron recuperados.
En un operativo realizado en terrenos de un asentamiento irregular del ferrocarril la policía encontró alrededor de cuarenta bicicletas y cuadros en galpones e incluso enterradas, lo que da a entender que existe una organización dedicada al robo y desguace de vehículos que intenta ser desbaratada.



El comisario Carlos Magra es uno de los acusados.
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