Nancy Benac
Washington. - La lista de documentos secretos que el agente del Robert Hanssen presuntamente vendió a los rusos contiene multitud de detalles sobre las operaciones de contraespionaje norteamericanas. A medida que este material es evaluado, el caso de Hanssen es una advertencia de que en muchas ocasiones el espionaje consiste más en saber lo que el adversario conoce sobre las actividades de espionaje de uno que obtener los códigos nucleares u otros secretos vitales. En un oficio considerado un "bosque de espejos", los que a el se dedican puede que sólo vean el reflejo de sus propias imágenes. "Es algo que tiene muy poco que ver, en algunas ocasiones, con los máximos secretos de una nación", dijo Loch Johnson, especialista en asuntos políticos de la Universidad de Georgia que trabajó en asuntos de espionaje para la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton y para varias comisiones legislativas. "En ocasiones empieza a parecerse a un círculo vicioso, en el que los organismos de contraespionaje se vigilan unos a otros". Sin embargo, los directivos del espionaje norteamericano admiten que es mucho lo que puede perderse, o ganarse, en asuntos de seguridad nacional cuando uno de sus agentes comete traición y revela cómo el espionaje de un bando ha logrado infiltrarse en las operaciones de otro. Al parecer Hanssen proporcionó a los rusos gran cantidad de datos e información sobre las operaciones de espionaje norteamericanas, incluyendo una detallada descripción de cómo las autoridades norteamericanas lograron infiltrarse en las operaciones rusas de espionaje. Entre los documentos que el ex agente de contraespionaje escondió presuntamente en bolsas de basura y dejó en "buzones" para sus enlaces rusos fueron los relacionados con el programa estadounidense de agentes dobles, el programa del agente doble del FBI y estudios del gobierno norteamericano sobre las futuras necesidades de espionaje y las operaciones de reclutamiento de la KGB. Además, las autoridades creen que Hanssen alertó a Moscú sobre el túnel secreto que los servicios de espionaje norteamericano construyeron bajo la embajada soviética en Washington para escuchar sus conversaciones. "Comprometió operaciones técnicas de extraordinaria importancia y valor para la comunidad de espionaje de Estados Unidos", dijo el FBI en una declaración jurada que justificó la detención de Hanssen. Un juez federal dijo ayer que el caso de las autoridades federales contra Hanssen es "extraordinariamente sólido" y ordenó que siga encarcelado. Hanssen no se declaró culpable o inocente, pero su abogado dijo que afirmará ser inocente. Su próxima comparecencia ante el juez fue fijada para el 21 de mayo.
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