| | Se trata de la Cotal, que explota las líneas 126, 127, 129, 130, 131, 132, 112 y 147 Una firma que perdió la licitación del transporte dejó a pie a 70 mil usuarios "Hubo favoritismo en el proceso", protestó el dueño. El municipio buscará hoy regularizar el servicio
| Un sorpresivo lock out patronal en el transporte urbano de pasajeros dejó ayer a unas 70 mil personas sin servicio, cuando los directivos de la empresa Cotal decidieron sacar de circulación a unas 100 unidades de las líneas 126, 127, 129, 130, 131, 132, 112 y 147. "Esto no es un paro de 24 horas, sino un corte total en la prestación por la discriminación que sufrió la compañía en la licitación para la nueva concesión de los colectivos", desafió el responsable de la firma, Raúl Beltrame, en alusión a la descalificación que el grupo transportista sufrió en el proceso licitatorio. El subsecretario de Servicios Públicos, José León Garibay, aseguró a La Capital que "una vez cumplido el plazo de intimación para regularizar los recorridos (se calcula que fenecerá hoy a las 9) el servicio será absorbido por el resto de las empresas que componen el sistema" (ver aparte). Sobre llovido, mojado. La medida impulsada por Cotal dejó a gran parte de los sufridos usuarios sin servicio y cautivos de una interna empresarial que ayer llegó a su punto máximo de ebullición. Beltrame jugó a varias puntas. Suspendió el recorrido de las 8 líneas por un lado, atacó a sus compañeros transportistas por el otro, e incluso solicitó un recurso de reconsideración en la Corte Suprema de Justicia santafesina, para que los magistrados "desmenucen" las ofertas que los concesionarios locales concretaron para la adjudicación del nuevo sistema de transporte.
Un paro por el nuevo servicio En efecto, este paro patronal se inscribe en las disputas por la concesión de un nuevo sistema en red, que enlazará líneas troncales con servicios complementarios, a través de centros de transferencia de pasajeros. El proceso transita su recta final hacia la adjudicación, pero ya se avizoran los futuros concesionarios: la empresa Martín Fierro (de Agustín Bermúdez) se hará cargo del corredor norte-sur de la ciudad, mientras que la General Belgrano (de Luis Masaruto) explotará el servicio en la franja este-oeste. Las Delicias y Molino Blanco (Rubén Rodríguez y Nelso Manenti) se asociaron para hacerse cargo del sudeste de Rosario. Cotal no logró precalificar para las ofertas económicas a raíz de inconvenientes en la presentación de su facturación anual y en su patrimonio económico (que debía llegar a los 36 millones de pesos), pero Beltrame se decidió ayer a patear el tablero y cuestionar abiertamente su descalificación en el proceso licitatorio. "Existió un claro favoritismo del Ejecutivo hacia el resto de los empresarios, mientras que por el contrario Cotal fue discriminada y por ende dejada a un lado del proceso", lanzó el transportista, y amenazó: "No pondremos un solo coche en la calle hasta que la Municipalidad nos incluya nuevamente en la prestación del servicio". Como si esto fuera poco, Beltrame se decidió ayer a cargar munición gruesa contra sus pares de la Cámara de Transporte Urbano de Pasajeros (Cetup). "El informe que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) efectúa periódicamente sobre la situación financiera de los transportistas dice que el grupo de Rodríguez y Manenti tiene pedidos de quiebra e inhabilitación", disparó el titular de la Cotal, y acotó: "Molino Blanco figura con un crédito incobrable ante el Banco Macro y Las Delicias tiene un muerto de un millón de dólares contraído con el Banco Municipal que no puede levantar". Los misiles del empresario también estuvieron dirigidos contra General Belgrano, al indicar que "a Masaruto le retiraron ocho unidades por falta de pago y, agregar: "Su socio nacional (La Ideal de San Justo) tiene deudas con el Banco Municipal, que sumadas a la empresa local superan el millón y medio de pesos". Por todo esto, Beltrame disparó: "El patrimonio de Las Delicias y Molino Blanco juntas no alcanza siquiera a superar a Cotal, que tiene deudas pequeñas estimadas en un 30 por ciento de lo que adeuda una sola de estas empresas". La réplica de los transportistas no se hizo esperar. Rodríguez calificó el paro impulsado por Beltrame como "un manotazo de ahogado, propio de un colectivero que se quedó en el 63", y aseguró que "las condiciones del pliego para el nuevo sistema eran estrictas e imponían la fusión de los empresarios locales con socios nacionales que le aportasen capital al emprendimiento". Categórico, el titular de Las Delicias le sugirió a Beltrame que se dedique "a otra cosa" y abandone las "actitudes extorsivas, como lo es esta medida de fuerza". A su turno, Manenti contraatacó: "Beltrame sangra por la herida, pero con su actitud compromete a todo el servicio actual del transporte". Y a propósito de los informes del BCRA, el responsable de Molino Blanco apuntó que "si se quedó afuera, no es ético echarle la culpa a otros". La medida de fuerza contó con su pata laboral. Parte de los 300 choferes de la Cotal cercaron con sus coches la Secretaría de Servicios Públicos, para exigir la impugnación del proceso licitatorio. Luego se dirigieron en caravana hasta el Palacio Municipal, pero no lograron ser atendidos por el intendente Hermes Binner.
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