De los cerca de 1.500 millones de musulmanes de todo el mundo que hoy celebrarán la Fiesta del Sacrificio, unos 900 mil viven en Argentina, donde por primera vez se abrirán las puertas de la mayor mezquita del país, en el barrio porteño de Palermo, para la más importante festividad del calendario islámico. En tanto ayer, la peregrinación a ciudad santa de La Meca (Arabia Saudita), uno de los pilares del Islam, llegó a una de las principales instancias cuando más de dos millones de musulmanes se reunieron en el monte Arafat para rezar. En ese mismo monte, 14 siglos atrás, el profeta Mahoma pronunció su último discurso.
En todo el mundo, en horas de la mañana de hoy, los fieles concurrirán a los templos para realizar la oración y luego se sacrificarán corderos de acuerdo al rito islámico -en muchos casos sólo uno, en forma simbólica- y, casi al mediodía, se comerán platos típicos y se realizarán donaciones. En Buenos Aires, el nuevo templo, ubicado en el predio del Centro Cultural Islámico Rey Fahd, donde la superficie cubierta es de 17.000 metros cuadrados y cuenta con otros 10.700 metros parquizados, estará abierto desde las 9, para la oración y los rituales posteriores, sólo para esta fecha.
La fiesta del Id al Adja, en árabe -idioma en que se reza y se escriben los textos del Corán-, recuerda un episodio que figura también en los textos sagrados del cristianismo y del judaísmo, y se refiere a cuando Abraham se disponía a sacrificar a su hijo Ismael para cumplir una promesa hecha a Dios.
El relato coránico señala que cuando padre e hijo estaban dispuestos a concretar el sacrificio del niño, que tenía 10 años, un ángel le dijo que Dios (Allah) consideraba cumplida su promesa y que como premio sólo debía sacrificar un cordero y conservar la vida del pequeño.
El padre de la raza árabe
La importancia de Ismael en esta religión es que él fue el padre de la raza árabe y que entre sus descendientes figura Mahoma, considerado el Enviado, a partir de cuya familia nacieron los musulmanes.
El Corán sostiene que desde ese núcleo conformado por la esposa de Mahoma, Jadiya, la primera musulmana, y Alí, su primo y primer musulmán, se multiplicaron los creyentes hasta la fecha, cuando hay 1.500 millones en el planeta y el Islam es la religión oficial de 54 países.
Los primeros inmigrantes árabes que llegaron a Argentina, entre 1887 y 1907, sumaban 41.650, y en la actualidad la colectividad es de cerca de 3.500.000, de los cuales unos 900.000 son islámicos.
La también llamada Fiesta Grande (Id al Kabir) se celebra hoy, según el calendario islámico día 10 del mes Dun Heya, del año 1421 de la Hégira (viaje de Mahoma entre las ciudades sagradas de La Meca y Medina), y es seguida en importancia por la Fiesta del Desayuno (Id al Fitr), al final del mes de ayuno del Ramadán.
Hasta ahora, el punto de encuentro más importante para esta celebración en Argentina era el Centro Islámico, en la avenida San Juan al 3000, en la Capital Federal, pero la apertura del nuevo templo puede ser el nuevo eje de la fiesta, debido a su tamaño y ubicación, aunque todavía no está en pleno funcionamiento. El reino de Ryad -donde están las dos ciudades sagradas del Islam-, que aportó los 40 millones de dólares para la obra, debe designar un sheik definitivo y responsables de las otras áreas antes de la apertura definitiva, pero las fuentes aclararon que no hay apuro, porque su manejo del tiempo es diferente a Argentina.
El sacrificio del cordero lo realiza una persona creyente, quien formula una invocación a Dios y degüella al animal, que debe ser desangrado. A veces se sacrifica más de un cordero y además se llevan muchos otros ovinos muertos, que luego son donados a entidades de beneficencia, y si algún musulmán quiere realizar la donación a su nombre puede comprar una parte del animal, por un precio que en años anteriores rondaba los 70 pesos.
Se trata del Zakat (contribución para entregar a los pobres), una de las obligaciones de los islámicos, tras lo cual se rezan plegarias y a continuación se realizan los festejos.
La Ciudad
