Una fuga masiva de presos en la alcaidía mayor de la ex Jefatura fue abortada en la mañana de ayer por los policías que custodian el edificio, quienes advirtieron que 16 internos estaban a punto de escapar a través de un boquete que habían cavado en una pared interna. El operativo policial provocó la reacción de los detenidos, que empezaron a lanzar cascotes a los agentes. En la refriega, cinco uniformados resultaron con heridas leves.
El intento de fuga fue detectado a las 2.30 de ayer por efectivos del destacamento 22 de policía, quienes custodian el edificio de la ex Jefatura de policía (hoy sede de Gobernación), de Santa Fe 2150.
Dieciséis presos que estaban alojados en el pabellón A, ubicado en el segundo piso de la alcaidía sobre calle Moreno, estaban a punto de escapar a través de un boquete de unos 30 centímetros de diámetro que habían cavado en una pared que da al patio interno del edificio. Los reclusos tenían todo listo para escapar: habían anudado sábanas y ropas para descender hasta la planta baja y así poder ganar la calle.
Según un vocero policial, la iniciativa fue descubierta por los custodios que realizaban una ronda preventiva en el interior del edificio, quienes sorprendieron a los presos en plena acción. Al llegar al sector este, los policías advirtieron que desde una pared del segundo piso, y a unos ocho metros de altura, descendía una soga hecha con sábanas anudadas.
Refuerzos y cascotazos
De inmediato los agentes dieron el alerta y solicitaron refuerzos a otras unidades. Al lugar acudieron efectivos del Cuerpo Guardia de Infantería, que cercaron el perímetro externo de la alcaidía.
Luego un grupo de agentes del destacamento, el CGI y personal de la alcaidía se dirigió al pabellón del segundo piso para requisar el lugar, adonde ingresaron cubiertos con escudos. El acceso de los uniformados generó una violenta reacción por parte de los los presos, que empezaron a arrojar ladrillos, cascotes, chuzas y trozos de mampostería a los policías.
Los presos se encontraban en un pasillo lindero a su celda, un sector enrejado que es sólo de tránsito al que accedieron luego de violentar la puerta de la celda. Allí se produjo la refriega con los agentes. "Hicieron caso omiso de la voz de alto y fue necesario ejercer una fuerza mínima con los bastones porque los presos sobrepasaban en cantidad a los policías", señaló un vocero policial.
En la gresca, cinco policías resultaron con contusiones varias y cortes, por lo que debieron ser trasladados en ambulancia hasta el Centro de Emergencias Rosario (CER) para su atención. Una fuente policial identificó a los heridos como los agentes Calegari, Aguirre, Miranda y López.
Según el informante, los detenidos habían roto el candado de la celda, cortado un barrote y doblado una planchuela de la puerta para poder ganar el pasillo. Allí abrieron el hueco en una pared de 45 centímetros de grosor, de forma "rudimentaria e irregular". Las sogas que colgaba por el boquete -formada por 17 sábanas, fundas y prendas anudadas entre sí- había sido atada a una reja.
Los detenidos fueron reubicados en forma interna en otras celdas de la alcaidía y se dispuso la custodia permanente del sector violentado. La alcaidía de la vieja Jefatura aloja en total a unos 130 presos, todos ellos mayores de edad.
"Si los presos hubieran logrado descender hasta el patio, hubieran podido fugarse casi con seguridad, pues de ahí a Moreno hay un paso, y para colmo era de noche", confió un vocero.
La policía informó que uno de los presos que participó de la tentativa ya había logrado escapar del edificio el 15 de enero pasado. Se trata de Alberto Daniel Rostro, de 24 años, quien junto a otro preso burló la guardia y escapó corriendo, pero fue recapturado a las dos cuadras por personal del destacamento.
Las actuaciones del caso se labran en la comisaría 3ª, con intervención del juzgado Correccional en turno.
La Ciudad
