Repetir el juego que los rojinegros practicaron ante Boca Juniors sería fundamental para lograr encaminar al equipo hacia una regularidad que le permita tener pretensiones. Con ese propósito seguramente saldrán los dirigidos por el Ruso Ribolzi, con esa decisión buscará Newell's quedarse con un triunfo muy necesario ante Argentinos Juniors. Al menos así lo indica la lógica. Es que la última presentación en el Parque dejó mucho que desear, con un sinsabor que se reflejó en el reclamo de los hinchas sobre el final, con la derrota ya consumada ante Chacarita. Por eso es fundamental el triunfo. El técnico lo sabe y planteó en el pizarrón rojinegro un funcionamiento pensando en los tres puntos. Con una defensa de tres hombres, un mediocampo con una línea de tres y otra de dos y un ataque con igual cantidad de delanteros. Siempre pensando en el arco de enfrente. Es que en la zona central la marca estará garantizada con Ponzio en el medio y Damiani sobre la punta derecha, pero con el ida y vuelta con mayor peso ofensivo que brinda el juego de Maximiliano Rodríguez, tanto que es el goleador del equipo con dos tantos en cuatro cotejos. Y en la gestación, Julio César Saldaña estará acompañado por Sergio Bernardo Almirón, quien ante Boca demostró que entendió el juego de primera división y se animó a mostrar algo del repertorio que lo erigió en una de las figuras de la reserva rojinegra. Entre ellos deberán reemplazar la magia ausente del Piojo Manso, ya que el Ruso Ribolzi prefirió guardarlo una semana más para que reaparezca con toda su calidad y habilidad el próximo fin de semana en Santa Fe, cuando Newell's visite a Unión, un equipo que de ser sorpresa bajó por el tobogán platense -perdió ante Estudiantes y Gimnasia-. Aunque el hincha leproso está esperando con ansias liberar el grito de gol. Ese que parece jugarle en contra, pero que está depositado en el oportunismo de Sebastián Cobelli y en el desequilibrio de Quintana. Un grito que esperan repetir y que los deje festejar un triunfo esperado. Como en aquella primera fecha ante Los Andes, como el que quedó atragantado en la última bola del partido en la Bombonera.
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