Kabul. - El movimiento islámico Talibán que gobierna Afganistán dijo ayer que había destruido amplias colecciones de estatuas y estaba demoliendo pedazo a pedazo las famosas estatuas de Buda en Bamiyán. Dos tercios de las mismas, que se encuentran en el centro de Afganistán, ya han sido destruidas, aseguró el ministro de Cultura del régimen extremista islámico, mulá Qudratullah Yamaal. El ministro volvió a reiterar que ninguna estatua de Buda en el país escapará a la destrucción. Las que todavía quedan se eliminarán en dos o tres días, agregó. "Nuestra gente destruye las estatuas con hachas, palas y explosivos, para estar seguros de que no quedará nada", dijo el ministro. Al preguntarle unos periodistas por la suerte de las estatuas en el valle de Bamiyán, en el centro de Afganistán, Yamaal respondió: "Quiero asegurarles que ni las piernas ni la cabeza quedarán". "La cabeza y las piernas de las estatuas de Buda en Bamiyán fueron destruidas el viernes", señaló. "Nuestros soldados trabajan afanosamente para demoler las partes que faltan. No creo que tarden mucho".
"Fáciles de romper"
A pesar de la indignación internacional, Yamaal informó que varias decenas de ídolos de madera y arcilla habían sido destruidos en sitios históricos de Herat, Ghazni, Kabul y Jalalabad desde que comenzaron las demoliciones el jueves. "Son fáciles de romper y no toma mucho tiempo", dijo. El líder del Talibán, mulá Mohamad Omar, ordenó que todas las estatuas de Afganistán fueran destruidas por considerarlas contrarias al Islam.
Yamaal dijo que el Talibán estaba enfrascado en demoler pedazo a pedazo los dos mayores Budas del mundo, tallados frente a un barranco en el pueblo de Bamiyán. "Tenemos intenciones de no dejar una estatua en pie. La tarea es ahora destruir las estatuas de Bamiyán", añadió.
Los talibanes usaron morteros y cañones contra las dos estatuas de Bamiyán, en el centro del Afganistán, desafiando protestas y presiones diplomáticas. Otras fuentes indicaron que dos tercios de las mismas ya habían sido destruidas.
Barbarismo medieval
La India calificó la planeada destrucción de "regresión al barbarismo medieval". Rusia calificó la medida de "vandalismo". Irán, que tiene tensas relaciones con Kabul, dijo que los monumentos son parte de "la herencia cultural y nacional del país y pertenecen a la historia de la civilización de la región, en la que toda la humanidad tiene una participación".
Pakistán, uno de los tres países, junto a Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos, que reconocen el gobierno del Talibán, y la budista Sri Lanka emprendieron nuevas iniciativas encaminadas a disuadir al movimiento islámico radical.
Un enviado de las Naciones Unidas advirtió al Talibán que de seguir adelante con sus planes la reacción sería devastadora. El subsecretario general y jefe de la misión especial de la ONU en Afganistán, Francesc Vendrell, dijo que en una reunión de tres horas celebrada el jueves en Kabul advirtió al ministro de Relaciones Exteriores del Talibán, Wakil Ahmad Muttawakil, que enfrentaría la ira del mundo.
La Ciudad
