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La Madame ¿zafará?

Fiebre de sábado por la noche, madrugada del 18 de febrero con 30 grados de temperatura. El calor rosarino daba para una musculosa, sin distinción de sexos, pero como a Madame la moda le molesta determinó: camisa. Con mucha paciencia, regresamos a casa para luego complacer a Madame. No obstante un nuevo capricho nos impedía la entrada: que documento, que camisa, que la mar en coche. Solamente queríamos divertirnos, pero eso no sería posible. ¿Acaso no te invitan a pasar un fin de semana de descontrol, de alegrías, de diversión y sin histerias? ¿O será que es privativo para el blanquito rubio y de ojos azules? Los tostaditos como mi novio y mi cuñado son los que disfrutan del privilegio de lo que Madame llama "la casa se reserva el derecho de admisión". Pero para nosotros es lisa y llanamente discriminación. Ni hablar del maltrato físico y verbal al que fuimos sometidos por parte de los súbditos de Madame, que evidentemente nadie les enseñó buenos modales. Queridos dueños de Madame, nunca olviden que todos terminamos en el mismo lugar, bajo tierra, donde todos somos iguales.
DNI 30.339.396