"Para mí la motivación es subirme a un auto de carrera y largar para llegar primero a la bandera a cuadros. El hecho de que haya obtenido tres títulos no merma el placer de conducir al máximo". Esas palabras, lógicamente, pertenecen a un gran campeón. Y Michael Schumacher lo es, ¿qué duda cabe? El alemán sigue siendo el piloto distinto desde la muerte de Ayrton Senna, el más arriesgado, el más inteligente, y por eso volverá a ser candidato para esta temporada, con una Ferrari cada vez más sólida. Por si no fueran suficientes las motivaciones que él dice tener, Schumacher está muy cerca de igualar el récord de cuatro títulos de Alain Prost, para después ir por el de Juan Manuel Fangio. No es creíble que el alemán no corra al máximo de sus posibilidades, aunque seguramente tendrá más rivales que el finlandés Mika Hakkinen. El duelo que se mantiene en pie desde el 98 seguramente tendrá este año un nuevo capítulo, pero difícilmente en el 2001 los compañeros de equipo de ambos se mantengan con el papel de adláteres. Barrichello y Coulthard darán pelea, sin dudas. Por el otro lado, Jordan y BAR pueden crecer mucho a partir del apoyo total de Honda y de la motivación que parecen entregar sus pilotos, especialmente Jarno Trulli y el retornado Olivier Panis, quien se comió un año en el freezer como tester de McLaren para volver con todo. De Williams también se espera mucho pero se le está metiendo demasiada presión al debutante Juan Pablo Montoya. Mientras que Benetton y Jaguar parece que no las tendrán todas consigo, Arrows y Sauber son de difícil pronóstico todavía, lo mismo que Prost. Los tres pueden crecer tanto como mantener la apatía de los últimos años. Y como siempre, Minardi cierra el lote pese al ánimo que puede inyectarle los dólares del magnate australiano Paul Sttodart. Todos, claro, lejos de Schumy y los favoritos.
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