Rosa Cecere, una comerciante que inauguró hace 8 días un minimarket en Alvear al 1100, quedó prácticamente en la ruina luego de que su local fuera arrasado ayer a la madrugada por un grupo de ladrones que se llevó absolutamente toda la mercadería más cara, sumada a una fotocopiadora y uniformes de un colegio privado que se vendían en ese lugar. El perjuicio económico superaría ampliamente los cinco mil pesos y no se descartaba que los autores del robo hayan trabajado con tranquilidad y hayan utilizado un vehículo para transportar semejante cantidad de elementos.
La mujer descubrió el saqueo a primera hora de la mañana cuando justamente se preparaba para abrir al público. Rosa había cerrado la noche anterior a las 21.15. Ayer llegó a su comercio ubicado en el 1170 de Alvear, entre Mendoza y San Juan, junto con una de sus hijas. Al arribar encontraron tirada justo frente a la la puerta del negocio una cajita de chicles y en ese momento advirtieron que la cerradura de la persiana de chapa se encontraba violentada.
Ladrones con tiempo
Rosa contó a La Capital que ante ese panorama sospechó que podría tratarse de un robo. Por eso llamó al Comando Radioeléctrico y en pocos minutos llegó un móvil con dos policías. Fue uno de los uniformados quien finalmente abrió la puerta para que la dueña pudiera ingresar. Para Rosa ese fue uno de los momentos más angustiante de su vida.
El panorama era desolador. Todos los estantes, vitrinas, exhibidores e incluso gran parte de la vidriera estaban prácticamente vacíos. "No dejaron nada de valor, tuvieron la tranquilidad de elegir lo más caro y lo mejor de cada rubro", dijo Rosa con voz temblorosa y tratando de contener las lágrimas. Según contó ayer mientras un efectivo de la sección Rastros de la policía levantaba huellas digitales en el local, Rosa había inaugurado hace apenas ocho días y había efectuado una inversión importante en mercadería con vistas al inicio de clases.
"Puse todos mis ahorros en esto. El local estaba repleto de mercadería. Las estanterías estaban completas e incluso había cosas que todavía estaban en los paquetes. Se llevaron todo", agregó. Los ladrones no tuvieron inconvenientes a la hora de seleccionar el botín.
El botín
De esa manera se llevaron una cigarrera completa, juguetes sofisticados, uniformes escolares de la escuela Dante Alighieri (buzos, remeras y shorts con el logo del colegio impreso), todos los artículos de librería (cuadernos, repuestos de carpetas, bolígrafos, lápices, etc), las lapiceras más caras, sandwiches de miga en envases de plástico, botellas de gaseosa de dos litros y relojes pulseras. "Toda esa mercadería la obtuve por consignación. Es decir que ni siquiera la había pagado", comentó Rosa con resignación.
Lo más asombroso del robo fue que los delincuentes también se hicieron tiempo para cargar una fotocopiadora valuada en más de 800 pesos. Fuentes policiales consultadas por este diario no descartaban ayer que los autores del hecho hayan cargado toda esos artículos en una camioneta. Es más, todo el movimiento de "carga" se efectuó en la puerta del negocio, a escasos metros del banco Galicia de Alvear y Mendoza.
"¿Cómo puede ser que nadie haya escuchado algo?", se preguntó Rosa. "Evidentemente, los ladrones trabajaron con todo el tiempo del mundo".
La Ciudad
