Diez mil pesos y un año de prisión. Esta reparación económica y este castigo penal son los que pueden corresponder a una persona por calumniar a otra. Y esa es, ni más ni menos, la condena que le impusieron a un hombre de 52 años que radicó una falsa denuncia contra un periodista.
El condenado es Víctor Hugo Tettamanti, un comerciante de 52 años radicado en Villa Gobernador Gálvez. Este hombre había denunciado penalmente al periodista Horacio Yapoconelli: lo acusó de haberlo golpeado a la salida de un boliche céntrico. La acusación dio lugar a un proceso judicial. Se descubrió que todo era mentira y finalmente Yapoconelli resultó sobreseído. Y por haberle imputado falsamente un delito, el periodista le inició al comerciante una querella por calumnias.
Así fue como Tettamanti pasó de denunciante a imputado. En esa causa, el juez Correccional Nº 5, Eduardo Enrique Costa, lo encontró culpable del delito de calumnias y le impuso la condena mencionada. Pero el condenado apeló.
Pena confirmada
Así, la decisión del juez fue revisada por los jueces de la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones, Ernesto Pangia, Alberto Bernardini y Eduardo Sorrentino. Todos ellos estuvieron de acuerdo con el juez Costa y confirmaron el fallo sin cambiarle ni una letra: "un año de prisión de ejecución condicional y abonar al querellante la suma de 10 mil pesos con intereses", reza la sentencia.
El incidente que desencadenó todo ocurrió frente al boliche Stadium, de Maipú. Los dos protagonistas de la historia habían ido a buscar a sus hijas a la disco, cada uno en su auto. Al parecer, el incidente se desencadenó cuando Yapoconelli empujó desde atrás el auto de Tettamanti, aunque esto nunca llegó a acreditarse.
Entonces el comerciante bajó de su coche, un Peugeot, y se acercó al Renault 9 del periodista, con el que inició una discusión. Después lo denunció por lesiones: dijo que le había pegado una trompada.
Sin embargo, un testigo que vio todo declaró que Yapoconelli nunca se bajó del auto, donde estaba sentado frente al volante con el cinturón de seguridad, "detalle que permite deducir que, desde esa posición, y con lógica dificultad de movimiento, nunca pudo haberle aplicado golpe alguno a Tettamanti que se encontraba de pie junto al auto", dedujeron los jueces.
Además, ese testigo y cuatro personas más que presenciaron el altercado le informaron en ese momento al custodio del boliche que "el conductor del Peugeot (Tettamanti) le había pegado a otro de un Renault 9 (Yapoconelli)". Exactamente lo contrario de lo denunciado. Además, refirieron que el comerciante también le pegó una patada al auto.
"El querellado imputó un delito con plena conciencia de su falsedad", fue la conclusión de los camaristas. Al ser encontrado culpable de calumnias, Tettamanti se vio obligado a reparar al querellante por haberle efectuado un "daño moral".
Así, además de la pena de prisión, fue obligado a hacerse cargo de los 5 mil pesos que Yapoconelli tuvo que pagarles a sus abogados por la causa que él le inició y a abonar idéntica suma por la "natural inquietud anímica" que le produjo al imputarle un delito.