Año CXXXIV
 Nº 49.042
Rosario,
miércoles  28 de
febrero de 2001
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El edificio centenario ya perdió gran parte de su fachada
El Concejo perdonó deudas fantasma a la antigua casona del Paseo del Siglo
El trámite fue urgente, pero en realidad la mora había sido saldada. La Municipalidad abrió una investigación

Carina Bazzoni

La suerte de la casona del Paseo del Siglo ya fue echada. Los trabajos de demolición ya terminaron de consumir la planta alta del edificio de Córdoba 1646 declarado de interés patrimonial. Mientras tanto, el caso adquirió ayer ribetes insólitos: el 7 de diciembre del año pasado el Concejo Municipal aprobó por unanimidad una condonación de deudas sobre este inmueble, propiedad de una congregación religiosa. El dato es más que sugestivo, porque por esta fecha ya habían ingresado a la Municipalidad los primeros proyectos para convertir el edificio en un conjunto de locales comerciales. Pero más curioso es aún que, un mes antes, las deudas que se pretendían condonar habían desaparecido. El 8 de noviembre los titulares de la propiedad se acogieron a la última moratoria municipal y saldaron al contado sus cuentas. El expediente ya está bajo la lupa de la Dirección de Investigaciones Administrativas de la Municipalidad, que en los próximos días citará al arquitecto a cargo de la obra, quien es también funcionario de la Secretaría de Planeamiento municipal.
"Por ahora estamos estudiando los antecedentes del caso", confirmó la directora de Investigaciones Administrativas, Julia Cardozo Villa, y adelantó que en los próximos días citará a declarar al arquitecto Ademar Cerfoglio "para intentar esclarecer el asunto". Cerfoglio es el director de la demolición del inmueble construido en 1920 y, a su vez, conduce un área de la Secretaría de Planeamiento municipal, repartición encargada de autorizar el derrumbe.
Estos antecedentes, sumados al poco tiempo en que se obtuvo el permiso de demolición, llevaron a algunos concejales a denunciar "tráfico de influencias" en la obtención del visto bueno para convertir en escombros un inmueble que la misma Municipalidad integró en un catálogo de edificios a preservar.
El secretario de Planeamiento municipal, Sebastián Bonet, aseguró a La Capital que el trámite "siguió los procedimientos de rutina". Sin embargo, el funcionario remitió el expediente a Investigaciones Administrativas y, ahora, Cardozo Villa tendrá la última palabra.
Pero este caso parece desbordar la órbita de la Secretaría de Planeamiento municipal. El 4 de diciembre del año pasado, ingresó a mesa de entradas del Concejo Municipal un pedido para condonar al edificio de Córdoba 1646 "de toda deuda que por cualquier tributo municipal" mantuvieran sus titulares, la Congregación de Hermanas Educacionistas Franciscanas de Cristo Rey.
El proyecto está acompañado de una nota que, el 10 de julio de 2000, el arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás, remitió al intendente Hermes Binner con el mismo fin. Para justificar la iniciativa se expresa que la institución no tiene fines de lucro y que en el inmueble funciona "un templo en el que diariamente se celebran la misa y otros oficios religiosos".
Sin embargo, por la misma fecha que se formalizaba esta solicitud, la Municipalidad recibía los primeros proyectos para convertir la casona en un conjunto de locales comerciales. No obstante, el pedido fue aprobado por unanimidad en el recinto del Concejo sólo tres días después de que ingresó. Y el 7 de diciembre del año pasado se promulgó el decreto 19.335 que dispone la condonación de deudas del edificio.
Pero este perdón llegó tarde. Efectivamente, la casona de Córdoba 1646 mantenía una deuda con la Municipalidad que superaba los 15 mil pesos, ya que se encontraban impagos los tres últimos años de la Tasa General de Inmuebles (TGI). Pero, el 8 de noviembre del año pasado, los titulares del inmueble se acogieron a la moratoria municipal y saldaron al contado esta cifra. Además, regularizaron otra deuda, anterior al 98, que se encontraba en vía de cobro judicial. Es decir que, la deuda que se pretendía condonar estaba saldada.
Así lo confirmó a La Capital el Director de Gravámenes Especiales de la Municipalidad, Carlos Di Santo. "Hasta el 96 el edificio tenía una eximición parcial de TGI, en enero del 97 ésta fue denegada. Esta determinación se recurrió pero no tuvo curso -recordó el funcionario- pero en noviembre los titulares del edificio se acogieron a la moratoria y regularizaron la situación del inmueble".
Así las cosas, Di Santo no pudo explicar por qué en el Concejo se pidió la condonación de una deuda que, un mes antes, ya había sido saldada. "Evidentemente se trató de una malinterpretación del contribuyente", se atrevió a esgrimir, y aclaró taxativamente que "la aceptación de una moratoria no da derecho a ninguna acción superior, lo que en rigor significa que los pagos realizados no se pueden reclamar".
Sin embargo, la duda quedó rebotando por los pasillos de la Municipalidad. "Pidieron una condonación de deudas, el Concejo la aprobó en tres días aunque no era necesaria, porque un mes antes se había pagado cash la moratoria. Parece un chiste", se escuchó decir.



La casona de Córdoba 1646 se convierte en escombros.
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