cartas

Adiós a las armas

Hago referencia a la nota publicada en cartas de lectores titulada "Prohibición de vehículos" y en la cual los autores son dos DNI, que por su alta numeración intuyo se trataría de jóvenes. En la misma hacen especial referencia a mi nombre y al artículo que he publicado en este diario. Mi genial ocurrencia a la que se refieren suena disfrazada de fina ironía al aludir a objetos peligrosos como ladrillos y cinturones, cosa que no he mencionado, pero sí a la sevillana. No es lo mismo eliminar armas que vehículos. Las primeras han sido creadas para matar ya sea en defensa o ataque, los segundos para ayudas múltiples y confort del hombre y si alguna vez son causas de algún accidente, ha sido fortuito. Siguen con otra bobada al decir que con la chatarra de los vehículos se fabriquen cintas transportadoras para ancianos y discapacitados. Están ofendiendo a sus abuelos y padres, sin tener en cuenta que inexorablemente les llegará el turno. No estoy enojado, aun no han madurado. Afortunadamente tenemos un gran porcentaje de juventud maravillosa, que abrigo la esperanza sean la reserva moral de nuestro alicaído país. Finalmente, les pido que pasen vista por la revista Nueva del 18 del actual, cuya tapa dice: "Adiós a las armas, revólveres y fusiles por comida". El original plan canje mendocino que logró que grandes y chicos digan adiós a la violencia. Sería una bendición.
Enrique Bianchi