Tienen entre 12 y 17 años y casi a diario se reúnen en el Colegio San José de Rosario con sus bicicletas, skates o rollers y se hacen llamar "Salesianos streets" (o Salesianos de la calle). También, y casi tradicionalmente, asisten otros chicos para jugar al fútbol o simplemente compartir una charla; y aunque son menos, no faltan las chicas. Entran y salen de la escuela sin importar si son alumnos o no de la institución, si el calor del verano marca los 35º a la sombra, si es martes o sábado. "La escuela tiene que asumir el rol de apropiarse de toda la cultura que viene de afuera, responder a los que los chicos de hoy sienten y quieren. Hay que apuntar a una escuela de puertas abiertas, para que puedan ingresar todos estos chicos que vienen con su códigos, con sus estilos de vida", opina Germán Díaz, el hermano salesiano responsable de coordinar los más de 20 grupos juveniles que en vacaciones o en época de clases se dan cita en la escuela. Promover el juego, el deporte y las actividades al aire libre en los jóvenes es parte de la filosofía de los educadores salesianos. Sin embargo, Germán Díaz insiste en que hace falta una apertura mayor y sincera para comprenderlos. "No nos quejamos de los jóvenes de hoy diciendo ¡están todos perdidos! Creemos todo los contrario: la juventud es hermosa, tiene un montón de valores que hay que entender, un montón de códigos que hay que descifrar y de actitudes para rescatar". Esa confianza puesta en los adolescentes se concreta en distintas actividades que convocan a más de 300 chicos. "Me encanta andar en bici y aquí me quedo hasta que me echen", dice Martín Cosgaya, de 17 años, mientras ayuda a armar la rampa que servirá para practicar saltos. Martín es alumno de otra escuela. La entrada a estos grupos es abierta a todos y todas. "No hay discriminación, no preguntamos si sos católico o no, venimos para divertirnos y hacernos de amigos", comenta Santiago Fidello, de 14 años. También Rodrigo Patriarca, se suma a la charla: "Aquí estamos más seguro que en la calle". Daniel Díaz tiene 14 años, sin bajarse de su skate, comenta junto a un amigo, Víctor Hummel, de 15, que todos los días practican en el patio del San José. "Esto está buenísimo, esperábamos encontrar algo así", coinciden.Los sábados el encuentro comienza a la tarde y se extiende hasta la medianoche. Se suman la música, las pizzas y gaseosas. "Las normas son claras: no fumar, no tomar alcohol, ni pelear. Esto es lo básico, queremos hacer de estos encuentros un lugar saludable", dice Germán. Son muchos los chicos que llegan atajándose al decir: "Mirá que yo no soy católico ni cristiano ni nada". Pero, "estoy seguro -aclara Germán- que el catecismo puede llegar de muchas formas, sobre todo siendo abiertos y respetando la voluntad de las personas".
| "Salesianos Street" está compuesto por skaters, rollers y bikers. | | Ampliar Foto | | |
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