El de hoy ante los italianos será su partido número 99 con la camiseta del seleccionado argentino.
Algunos sostienen que Diego Simeone, todo un ícono del conjunto nacional más allá de las preferencias y los gustos futbolísticos, comparte el récord de presencias en la Selección con Oscar Ruggeri. La Fifa, en cambio, tiene bien en claro que el Cholo lleva 98 y que el Cabezón -hoy técnico desocupado- jugó uno menos.
Lo cierto es que hoy, cuando salga al estadio Olímpico de Roma para jugar frente a Italia, ya no quedarán dudas acerca de quién es el futbolista que más veces se puso la camiseta nacional. "Sí, es verdad, mañana no habrá lugar para discusiones. El récord será todo mío. Pero, (querés que te diga la verdad? Mi único sueño es ganar el título del mundo, y para eso todavía falta", dice el protagonista de la historia.
Hay que creerle, a Simeone. Porque actualmente transita por su cuarto ciclo en el seleccionado (estuvo con Carlos Bilardo, Alfio Basile, Daniel Passarella y ahora con Marcelo Bielsa) y todavía no sabe qué es eso de ser campeón mundial. "Preferiría haber jugado sólo cuarenta partidos y haber ganado un Mundial", resume.
De todos modos, sabe que será muy difícil que alguien le quite el récord que seguramente seguirá alimentando. Y lo disfruta: "Esto representa un gran orgullo. Es un momento importante para mi carrera por todos los sacrificios que hice para estar siempre en la selección. Creo que es un premio a mi regularidad. Le rendí a todos los técnicos".
Simeone se ríe cuando el periodista le recuerda que hay quienes dicen que conoce la manera de trabajar de cuatro entrenadores distintos del seleccionado porque es "algo así como un alcahuete que se lleva bien con todos".
"De eso prefiero no hablar. Hay veces en que me parece que las palabras están de más. Creo que ya demostré bastante hasta dónde puedo dar", comenta, ya con el rostro serio, aunque no tanto como cuando durante las Eliminatorias para el Mundial de Francia 1998 dijo que, en Montevideo, a Uruguay había que jugarle "con el cuchillo entre los dientes".
El tema del récord está instalado, y Simeone brinda más explicaciones sobre cómo se adueñó de él. "La cosa pasa por querer siempre, porque querer es poder. Siempre quiero estar en la Selección, no me importa dónde, cuándo, en qué partido ni ante qué rival. Yo siempre quiero jugar acá", asegura.
"Acá" es Roma, y el rival que se viene, aunque sea para un amistoso, es nada menos que Italia. El Cholo sabe que no será nada fácil. "Habrá que tener cuidado, porque Italia es un equipo que se defiende bien y que si le dejás espacios sabe cómo lastimarte. Pero más allá de eso, vamos a salir a ser protagonistas, como siempre".
Italia, se sabe, es un equipo aguerrido, áspero, de esos que no sienten rubores cuando se defienden constantemente y después ganan gracias a un contragolpe en los últimos diez minutos. Pero Simeone descree que salga un partido de pierna fuerte y labios mordidos. "Para mí, va a ser bien jugado, con muchas situaciones de gol", arriesga.
Y, ya para el final, deja una sentencia que da cuenta de la confianza reinante en el conjunto argentino. "Si este equipo tiene alguna certeza, esa es que va a salir a ganar en todas las canchas. Es el concepto que más tenemos incorporado".
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La Ciudad
