El fenómeno de El Niño regresará pero menos riguroso que en 1998

Según los meteorólogos, en Argentina el cambio climático produciría lluvias intensas a fines del invierno

El fenómeno El Niño volverá a aparecer a mediados de año en el planeta pero no será tan riguroso como en 1998, cuando causó graves sequías en Australia e Indonesia e inundaciones en Latinoamérica, indicó ayer el Servicio Meteorológico Nacional. "Vamos a pasar de La Niña a El Niño -sostuvo Hugo Hordij, titular del Centro de Análisis Climáticos del Servicio,- como ocurrió en 1998, cuando hubo un cambio muy repentino".
La confirmación final de esta proyección se hará a mediados de año, pero los modelos matemáticos que emplean los meteorólogos ya confirman que el fenómeno se presentará a fines del invierno. Pero esa no es la única forma de detectar a El Niño, pues su aparición se verifica por la medición de las aguas a 100 metros de profundidad en la costa de Indonesia, donde ya se comprobaron los cambios de temperatura. Sin embargo, Hordij afirmó que en el año el fenómeno será gradual, por lo que se lo calificó como "leve o moderado" y no tendrá el rigor de 1998.
El Niño es una anomalía que aparece en el Pacífico Ecuatorial y se detecta por la temperatura de la superficie y en las profundidades. En estos días, dijo el especialista, tiende a desaparecer la "anomalía negativa", llamada La Niña, y aparece la "positiva", que se conoce como El Niño. La última vez que se presentó la anomalía positiva fue en el otoño de 1998, cuando se dio un fenómeno "muy fuerte", pero a partir de agosto de ese año "estamos bajo el imperio de La Niña".
Pero este año "la respuesta climática de El Niño no será muy marcada ni provocará grandes inundaciones ya que la influencia del fenómeno en Argentina es visible cuando aparece en primavera", explicó. Así, se esperan lluvias más intensas pero no tan extendidas.
Hordij detalló que la anomalía se presentará para mediados de año, en forma leve, pero precisó que a medida que se aproxime junio se intensificará el fenómeno, y subrayó que los modelos matemáticos que usan pueden determinar fenómenos como El Niño y La Niña pero no incluyen otros que anticipan los científicos, relacionados con los cambios climáticos, procesos que involucran períodos más largos y que no se observan en la actualidad.