| | El auto que se esfumó le trae más problemas a su propietaria
| El Renault 19 gris que se esfumó misteriosamente del corralón municipal le trae serios dolores de cabeza a quien aún es su propietaria, Clady Chiminiello, y no sólo por la desaparición. Según relató a La Capital su apoderada, la abogada Frida Eiman, Chiminiello vendió su auto a Raúl Ledesma el 7 de junio de 2000. En el boleto de compra y venta, Ledesma se comprometió a continuar pagando las cuotas de un préstamo que sacó la ex dueña en el Banco de Boston. Sin embargo, el hombre, que trabajaba para una agencia de remises de Villa Gobernador Gálvez llamada Luján, incumplió con el contrato y tampoco realizó la transferencia del rodado. Por ende, explicó Eiman, meses después el Boston reclamó el pago y Chiminiello comenzó a enviar cartas documento a Ledesma para intimarlo a cumplir con sus obligaciones contractuales. Mientras tanto, Ledesma había puesto el automóvil a trabajar como remís con un chofer, a quien se le aplicó la multa que terminó llevando el auto al corralón. Luego, la notificación le llegó a Chiminiello, quien para el Registro Automotor continuaba a cargo del vehículo. "Tuve dos meses de odisea yendo todos los días al corralón", afirmó la abogada de Chiminiello, quien estaba interesada en retirar el auto para lograr una refinanciación de la deuda. Tiempo después, cuando el oficial de justicia llegó al corralón con una orden para retirar el rodado por la prenda bancaria, Chiminiello se enteró de la fuga.
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