Un David británico se enfrentará hoy a un poderoso Goliat de Hollywood y a una película china de artes marciales que ya recogió elogios, en la ceremonia de entrega de Premios de la Academia Británica del Cine y la Televisión. La taquillera cinta británica "Billy Elliot", la historia del hijo de un recio minero del carbón que quiere ser bailarín de ballet, es una de las nominadas al premio a la mejor película. El filme tendrá vigorosos rivales en el peso pesado estadounidense "Gladiador" y en el éxito en mandarín "El tigre y el dragón". Los premios Bafta, el equivalente británico del Oscar estadounidense, tendrá este año una importancia mayor que en versiones anteriores porque serán entregados antes del Oscar estadounidense, cuyos ganadores se conocerán el 25 de marzo. La industria fílmica tendrá ahora la vista puesta en los Bafta como un indicio de lo que podría ocurrir la noche de los Oscar. Stephen Fry, el maestro de ceremonia de este año, quizás evite pronunciar la característica frase "Me temo... que no puede estar con nosotros esta noche", lo que quería decir: "Ya ganó el Oscar y no se molestó en venir a Londres". Los premios Bafta fueron instituidos en 1947 por la Academia Británica del Cine y la Televisión. El festival toma su nombre de las siglas de la denominación en inglés de la institución organizadora: British Academy of Film and Television Award. La ceremonia de esta noche será la quincuagésima cuarta edición. El Bafta instituyó una sede en la ciudad de Los Angeles, como una forma de reconocimiento a la cantidad de actores y directores británicos radicados en Estados Unidos. La Academia entrega, además de los premios a la producción en diferentes rubros, el premio Britannia a la trayectoria. A partir del año pasado sumó a esa denominación "Stanley Kubrick" en homenaje al director de "Ojos bien cerrados" y el primero en estrenar el nuevo nombre fue el director de "Jurassic Park", Steven Spielberg. Para subrayar el crecimiento de la importancia de los Bafta, basta con revisar el calendario de actividades del neocelandés Russell Crowe, nominado como Mejor Actor en ambos lados del Atlántico por su papel protagónico en "Gladiador". Crowe está desde el martes en Inglaterra para promover su nueva película, "Proof of Life" (Prueba de vida), voló después a Australia para el estreno y el domingo estará de vuelta en Londres. "Creo que es una idea realmente acertada poner los Bafta antes que los Oscar", dijo Crowe a los periodistas, sobre el premio que antes se entregaban en los últimos meses del año. "Si en los últimos años su nivel de importancia ha bajado, ahora volverá al sitial que le corresponde". Crowe competirá en la categoría de Mejor Actor con Jamie Bell, de 14 años, el héroe de "Billy Elliot"; con Geoffrey Rush por "Quills" ("Letras prohibidas") y el siempre nominado Tom Hanks por "Cast Away" ("Náufrago"). El actor interpreta en "Gladiador" a un guerrero, Maximus, que es vendido como esclavo y debe ganarse su libertad luchando contra otros guerreros y animales salvajes en las pistas del circo romano. El filme fue dirigido por Ridley Scott, también realizador de la estupenda "Blade Runner" y del fiasco "Leyenda". Por el galardón a la mejor actriz compiten Julia Roberts ("Erin Brockovich"), Michelle Yeoh ("El tigre y el dragón"), Juliette Binoche ("Chocolate") y Hilary Swank ("Los muchachos no lloran").
| Russell Crowe compite por un galardón al mejor actor. | | Ampliar Foto | | |
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