El actor uruguayo Martín Zabalúa, conocido popularmente como Tincho Zabala y recordado por su personaje de funcionario corrupto Victoriano Barragán, falleció en la tarde de ayer a los 78 años a consecuencia de una infección generalizada de la que no pudo recuperarse tras un intervención quirúrgica realizada hace tres meses.
"A Tincho le realizaron en noviembre un by pass en la pierna, y fue dado de alta en enero, pero poco después debió ser internado nuevamente a causa de una infección generalizada, de la que no pudo recuperarse", contó un familiar. Comenzó su carrera en el radioteatro en 1937 y tuvo grandes maestros como Luis Sandrini, Miguel Coronato Paz y Milagros de la Vega.
Tras su comienzo radial, con los años se afirmó la pasión de Zabala por la escena, donde hizo clásicos de la comedia como Goldoni, Moliére o el "Sueño de una noche de verano" de Shakespeare, entre otras muchas obras.
De amplia trayectoria en la televisión y el teatro, Zabala fue distinguido en tres oportunidades -1962, 1971 y 1991- con el premio Martín Fierro.
El inspector Victoriano Barragán
Su versatilidad histriónica lo llevó a componer un personaje que fue éxito en las décadas del 60 y el 70, en el programa televisivo La Tuerca: Victoriano Barragán, funcionario. Se trataba de un aparentemente inspector municipal que reclamaba al comerciante de turno uno y mil requisitos para lograr la habilitación de un local, hasta que llegaba la coima. Sin inmutarse y buscando la complicidad de la cámara, el personaje remataba: "No, no, no puedo decir que no".
Otra de sus memorables actuaciones fue como integrante del grupo de jubilados que sentados en una plaza reflexionaba sobre la realidad y observaba, con cierta resignación, el pasar de curvilíneas mujeres. En esa composición actoral era acompañado por Vicente Rubino, Guido Gorgatti, Rafael Pato Carret y Tino Pascalli. Su prolífica y meritoria carrera le valió un sinnúmero de distinciones. Entre otros, el Konex 1981 (Espectáculos), el que le otorgaron sus colegas de la Asociación Argentina de Actores en 1992, o la Cruz de Malta con la que fue condecorado en 1993.