Vanina tiene 23 años y fue empleada del nuevo restaurante Petra -ubicado en Oroño y Jujuy-. Después de tres semanas de trabajar sin francos y con doble turno, la joven decidió renunciar. "Me dijeron que me iban a contratar como moza y terminé limpiando los pisos y baños del lugar durante quince días", relató. Vanina contó: "Trabajaba doce horas diarias y me pagaban diez pesos, y si faltaba por enfermedad -aun presentando certificado médico- me descontaban el día". La joven confesó que no se podía sentar "ni un minuto", al tiempo que agregó: "Nos decían que inventáramos algo si no teníamos nada que hacer. Y nos amenazaban con despedirnos si parábamos".
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