Año CXXXIV
 Nº 49.039
Rosario,
sábado  24 de
febrero de 2001
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Al fin el funcionario rompió el silencio
Bonet: "Yo no hubiera demolido la casona"
El titular de Planeamiento dijo que "se siguieron los trámites de rutina" para obtener el permiso de derrumbe

En medio de la polémica desatada por la desaparición de un edificio de interés patrimonial ubicado en el corazón del Paseo del Siglo, el secretario de Planeamiento de la Municipalidad, Sebastián Bonet, sorprendió con una frase: "Yo nunca hubiera demolido la casona", dijo el funcionario a La Capital. La afirmación no es menor, ya que el permiso de derrumbe se extendió desde la misma área que él dirige. Y, además, el arquitecto encargado del proyecto, Ademar Cerfoglio, es el titular de la Oficina de Proyectos de Arquitectura, que está bajo la órbita de Planeamiento. "Es que en esta secretaría no todos tenemos los mismos criterios", explicó Bonet.
Después de mantener un profundo silencio durante toda la jornada de anteayer, el secretario de Planeamiento accedió a hablar acerca de los trámites que rodearon la demolición del edifico de Córdoba 1646 que, desde el Concejo Municipal, se tacharon de "irregulares". Es más, hasta se llegó a sospechar que, por la agilidad que tuvo el trámite, se realizó "tráfico de influencias".
"Yo me enteré de esta cuestión por el diario", confesó el funcionario, y aseguró que para la obtención del permiso de demolición "se siguieron los procedimientos de rutina". De todas formas, elevó el expediente a la Dirección de Investigaciones Administrativas de la Municipalidad "con el objetivo de que se proceda a revisar todo lo actuado para deslindar responsabilidades".
-¿Trató de hablar con Cerfoglio cuando la directora del Programa de Preservación lo notificó de que habían fracasado las gestiones para evitar la demolición?
-Es que me enteré de eso a posteriori.
-¿Cuándo se enteró?
-En profundidad, recién cuando lo leí en el diario. Antes sabía que estaba en trámite, pero no tenía idea de que estaba otorgado el permiso ni mucho menos. No participé en este trámite porque es un pedido de rutina que se genera a través de las direcciones municipales. Generalmente se hace a través de la Dirección de Obras Particulares y, cuando la propiedad tiene más de 50 años, pasa por el Programa de Preservación para analizar el valor que tenga el edificio.
-¿Qué sentido tiene que intervenga el Programa de Preservación si sus dictámenes son indiferentes nada menos que para un funcionario municipal como Cerfoglio?
-No es indiferencia, sino que él tiene otro criterio, otra opinión. El Programa de Preservación no tiene fuerza para obligar a los propietarios privados a ejecutar las acciones que el municipio propone a través del programa. Nosotros apoyamos eso e intentamos que los dueños que deben modificar edificios de valor patrimonial desistan.
-Entonces, ¿los agentes municipales tienen que cumplir este compromiso de cuidar el patrimonio público?
-Es que esta es una cuestión subjetiva, por lo tanto no hay una sola opinión. No todos los profesionales de la arquitectura piensan de la misma manera sobre las cuestiones de conservación patrimonial, ni sobre cada una de las consideraciones que se hacen para definir el valor de un edificio. Nosotros hemos tomado un criterio y lo hemos adoptado como valor de la Municipalidad. De todos modos, hay más de una opinión sobre este tema y no quiero darle un valor ético a la cuestión.
-¿Y no corresponde aplicar a Cerfoglio algún tipo de sanción, por lo menos moral?
-En principio, desde el punto de vista de los deberes de funcionario público y hasta tanto la Dirección de Investigaciones Administrativas diga lo contrario, presumo que ha actuado correctamente.
-¿Este es un caso distinto del de la demolición de la casa Tiscornia, que le valió el cargo a su antecesor, Rubén Palumbo?
-En este caso, que yo sepa no se ha transgredido ninguna norma municipal y no hubo, en principio, ninguna violación de los deberes de funcionario público ni ningún tipo de presunto cohecho, como se supuso que hubo en ese caso. Por lo tanto, considero que no es lo mismo.
-De todas formas, los concejales dicen que, igualmente, detrás de este permiso de demolición hay una responsabilidad política. ¿Usted piensa lo mismo?
-Cada acción tiene siempre una responsabilidad política. No existen acciones que no la tengan.
-¿Asume su responsabilidad por este caso?
-Todas las decisiones que tomo como secretario de Planeamiento las asumo como responsable. No puedo hacerlo de otra manera.
L.A.



Bonet dijo que se enteró "por el diario" de la demolición.
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