Año CXXXIV
 Nº 49.036
Rosario,
jueves  22 de
febrero de 2001
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Detuvieron a cuatro agentes del Comando Radioeléctrico
Un juez fue testigo del castigo de varios policías a un detenido
Los vio, junto a otras personas, mientras hacía un trámite en la comisaría 10ª y los denunció ante un colega

Cuatro policías quedaron detenidos por golpear a un hombre al que acababan de detener en la calle, aunque la golpiza ocurrió dentro de una comisaría y a la vista de otras personas. Lo que jamás imaginaron es que entre los testigos involuntarios de su conducta ilegal había nada menos que un juez penal de sentencia, quien no sólo los obligó a cesar los apremios contra el detenido sino que además los denunció ante la Justicia.
La denuncia del magistrado desencadenó la apertura de una investigación que derivó en los arrestos, concretados ayer a la tarde. Estos involucran a cuatro efectivos de apellidos Amado, Schrittels, Sosa y Sorbello.
Los hechos ocurrieron el martes en la seccional 10ª de Darragueira 1156, en Alberdi. Según revelaron a La Capital fuentes vinculadas a la investigación, fueron protagonizados por cuatro policías cuando trasladaban a un joven de 18 años, Carlos Daniel Medina, al que habían arrestado bajo acusación de haber robado una moto Honda Dax en el mismo barrio. La imputación contra el presunto ladrón la hicieron familiares del dueño del vehículo.
Según el informe del sumario policial, Medina se resistió a la detención empuñando un cuchillo de cocina con el que hirió a Amado. También dio un puntapié que lesionó a Schrittels en la rodilla derecha. Las heridas de ambos policías fueron constatadas por el médico forense.
De acuerdo a lo que se sabe hasta ahora, al bajar al reo del móvil los policías lo maltrataron y le aplicaron varios golpes, algunos de ellos con mucha violencia. Pero no lo hicieron a escondidas o en el interior de los calabozos de la comisaría sino delante de varias personas que en ese momento aguardaban en la recepción para realizar distintos trámites.
Entre esas personas estaba el juez penal de sentencia José María Casas, quien había concurrido como un ciudadano común para realizar un trámite personal de rutina. Al ver lo que los policías hacían con el detenido, el magistrado se identificó y ordenó a los uniformados que los apremios cesaran. Pero no fue todo: también exigió a los encargados de la guardia que llamaran al juez de Instrucción de turno y desde allí mismo narró personalmente a su colega Alfredo Ivaldi Artacho lo que acababa de ver como involuntario testigo.
A partir de ese momento, Ivaldi abrió una causa por apremios ilegales. La identificación de los policías intervinientes en el procedimiento no fue difícil ya que ambos habían participado de un procedimiento -la detención de un presunto ladrón- que debe quedar documentado en un sumario con todos los detalles, incluida la identidad de los responsables.
Según fuentes consultadas por este diario, los médicos forenses habrían constatado también las lesiones sufridas por el detenido, que tenía excoriaciones en hombro, codo y una pierna. También anticiparon que el juez se aprestaba a tomarle declaración, posiblemente esta misma mañana, a los policías de la 10ª que se encontraban en la seccional en ese momento. Estos policías declararán como testigos ya que, de acuerdo a los dichos del juez que presenció los apremios, no habrían participado del maltrato al detenido.
Paralelamente a la detención de los cuatro efectivos, el jefe de policía de Rosario, Francisco Previtera, ordenó la apertura de sumarios contra los cuatro uniformados, para establecer su responsabilidad en lo ocurrido.


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