Lima. - La siempre sospechada relación entre el ex asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos y la llamada "prensa chicha" quedó plenamente confirmadas ayer, al hacerse pública una charla que en 1998 tuvo el ahora prófugo con el entonces presidente del Congreso, Víctor Joy Way. "Nosotros no somos dueños, pero los financiamos a los cuatro", le dijo Montesinos a Joy Way en referencia a los diarios ultrasensacionalistas "El Chino", "El Mañanero", "El Tío" y "La Chuchi", así como a un quinto, "El Chato", cuya aparición anuncia en el mismo diálogo.
Aunque la relación entre el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y la también llamada "prensa basura" era considerada obvia, la charla, grababa por el propio ex asesor en una cinta de audio que cayó en manos de las autoridades, parece ser la prueba contundente al respecto.
Varios ex periodistas de "diarios chicha" habían denunciando ya antes que los títulos e informes que publicaban eran distribuidos en sobres por el SIN, tarea de la que se encargaba el ex comentarista hípico Augusto Bresani, un íntimo amigo de Montesinos, que además se ocupaba de los abultados pagos para los periódicos a cambio del "servicio".
Ataques contra la oposición
En esos periódicos se lanzaban diariamente los más crudos ataques a la oposición. Los críticos del régimen se exponían a que por serlo fueran presentados en grandes titulares de primera plana como ladrones, terroristas, homosexuales, cornudos, drogadictos, dementes, traidores a la patria o las más delirantes versiones, que, según han comprobado estudios, eran tomadas como ciertas por los sectores populares.
Era evidente que la intención no era la de lograr altas ventas con esos matutinos, sino llenar a diario los kioskos con grandes títulos, consumidos al paso por las personas de más precaria formación cultural. Aunque en la conversación se habla de cinco periódicos, el número de publicaciones de esas características aumentó durante el proceso electoral, pues para entonces aparecieron, entre otros, "Diario Más", "Referéndum", "Conclusión" o "La Yuca".
Montesinos tenía una fijación en el manejo de la prensa. Otros documentos ya han demostrado como logró el control absoluto de la televisión abierta, mientras que en otro "vladivideo" expuso sus planes de hacer comprar masivas del diario opositor "La República" para impedir que llegue a los lectores.