Cuando Jennifer Lopez paseaba su trasero delante de las narices de Sean Penn en "Camino sin retorno", seguramente nadie pensó que iba a llegar tan lejos. Y mucho menos cuando lanzó su disco debut, a pesar de que logró ubicar varios de sus temas en los rankings. Hace tres años esta neoyorquina hija de puertorriqueños ya estaba en la cima, aunque cualquiera podía confundirla con un producto de la máquina de fabricar estrellas del boom latino en Estados Unidos. Ahora que el boom ya explotó y desparramó no pocas esquirlas, Jennifer Lopez se quedó sola en la punta.
Su última película, "The Wedding Planner", se ubicó primera en la taquilla de Estados Unidos al recaudar 28,2 millones de dólares en diez días. Al mismo tiempo, su segundo álbum, "J.Lo", llegó al tope del ranking de la revista Billboard, desplazando al disco "1" de los Beatles que llevaba instalado ahí nueve semanas.
Jennifer Lopez es la primera persona que logró estar en el primer lugar de la taquilla y de las listas de ventas de discos al mismo tiempo en Estados Unidos. Pero eso no es todo. En la última semana llegó a estar en todos lados: en la radio con el hit "Love Don't Cost A Thing", en la MTV con el video de ese tema (esta misma tarde, a las 19, la cadena de videos musicales pasa un especial sobre su carrera), en las tapas de las revistas del corazón por su ruptura con el rapero Puff Daddy, y en la sección policiales por estar involucrada en un juicio a su ex novio por posesión ilegal de armas. Hace años que una figura no genera un impacto mediático tan grande.
Escaleras al cielo
El ascenso de Jennifer Lopez empezó en 1997, cuando se convirtió en la primera actriz de ascendencia latina en ganar un millón de dólares por una película ("Selena"). Un año después dobló esa cifra con "Un romance peligroso", después llegó a los cuatro millones con "La celda", y por "The Wedding Planner" le firmaron un cheque por nueve millones. Si Salma Hayek, la otra bomba latina, le presentaba alguna competencia, Jennifer le ganó la partida cuando se quedó con el protagónico de "The Two Fridas", la película de Luis Valdez ("La bamba") que refleja la tormentosa vida de Frida Kahlo.
El principal encanto de Jennifer Lopez es que puede combinar como nadie lo mejor y lo peor de dos mundos. Por un lado puede decirse que su carrera es pura imagen (en principio no era mucho más que sus llamativas asentaderas) y, por otro lado, con sus prominentes caderas, fue la encargada de romper el molde del look estrecho y lánguido que se impuso desde las pasarelas como modelo de belleza de la década.
Por un lado, será una de las presentadoras de la próxima ceremonia de los Oscar y, por otro, tendrá que ir a tribunales para testificar en el juicio que se le sigue a Sean Puffy Combs por posesión de armas y soborno. Jennifer jura no tomar alcohol ni drogas, y al mismo tiempo se involucra con raperos que disparan tiros al aire como si se tratara de serpentina.
Como cantante, Jennifer Lopez rescata los ritmos negros de su Bronx natal y busca proyectar esa imagen de chica sencilla, fuerte y frontal que puede caminar sola por las calles del barrio. Como actriz, tiene los delirios de una estrella que vive en Beverly Hills. A fines del 99 se rumoreó que había asegurado su cuerpo en un billón de dólares. Ahora se dice que hace visitas a domicilio para participar en fiestas particulares por unos 750 mil dólares por hora.
Su talento artístico siempre fue cuestionado. En la mayoría de las entregas de premios quedó como un objeto decorativo, sobre todo en la última ceremonia de los Grammy, en la que apareció con un vestido de escote infartante. El año pasado rompió la racha al ganar un MTV Award por el video de "Waiting For Tonight" y el premio Versace (a la mejor vestida) que recibió en los VH1 Vogue Awards. Pero hasta ahora los críticos no se ensañaron con ella y los papeles más importantes de su carrera parecen ser los que están por venir: el de Frida Khalo y también el de una mujer policía en la película de Luis Mandoki "Angel Eyes".
En cualquier caso, Jennifer Lopez no es una improvisada. La chica que nació el 24 de julio de 1970 en el Bronx de Nueva York, hija de un programador de computadoras y de una maestra jardinera, sabía lo que quería desde que en su barrio la llamaban "La Supernova" y en los gimnasios le decían "La Guitarra" por su curvilínea figura.
En realidad empezó su carrera como bailarina. En 1990 fue elegida para formar el grupo de baile Fly Girls, del programa de televisión de la Fox "In Living Colour", después de ganar una competencia nacional de la que participaron más de dos mil concursantes. Entre el 93 y el 94 consiguió papeles en series de la pantalla chica como "Second Chances", "Nurses On The Line" y "Malibu Road". Pero cuando la CBS le ofreció un contrato, ella lo rechazó porque quería ser una estrella de cine.
Así se mudó a Los Angeles y empezó a caminar por las ligas latinas hasta llegar al circuito mayor de Hollywood. En 1995 apareció en la película de Gregory Nava "Mi familia", que fue aclamada por la crítica. Después participó en "El tren del dinero", junto a Woody Harrelson y Wesley Snipes. Los actores fueron castigados por los críticos, pero Jennifer salió airosa en su papel de Grace Santiago.
Un año después fue la maestra latina de Robin Williams en la comedia "Jack", de Francis Ford Coppola, un papel que le ganó a Ashley Judd. A pesar de haber trabajado en "Mi familia", Gregory Nava le pidió que diera una audición para interpretar a Selena, en un filme sobre la malograda cantante texana. Como era una experta en audiciones, ganó el protagónico que cambió su carrera.
La cresta de la ola
"Selena" fue un éxito y 1997 se convirtió en el año de Jennifer Lopez. Actuó al lado de Jack Nicholson en "Sangre y vino", compartió cartel con Sean Penn y Nick Nolte en "Camino sin retorno", y desplazó a "Liar Liar" del tope de la taquilla con el éxito de "Anaconda".
Sin embargo, su consagración llegó en 1998, cuando se lució al lado de George Clooney en el policial de Steven Soderbergh "Un romance peligroso". Pero su actuación no alcanzó con encandilar a Hollywood. Un año después, a instancias de Tommy Mottola, el capo de la Sony, se largó a grabar su primer disco, "On The Six". El álbum vendió ocho millones de copias en todo el mundo y resultó una sorpresa. Su nuevo disco, "J.Lo", profundiza en ese R&B pegajoso que en los 80 hizo brillar Janet Jackson (con quien Lopez trabajó en algunos videos). Pero Jennifer no necesita mirarse en ningún espejo. Con ser ella misma le alcanza y le sobra.