Franckfurt. - La fiscalía de la ciudad alemana de Franckfurt abrió un sumario contra el ministro del Exterior, el verde Joschka Fischer, por presunto delito de perjurio. Según comunicó la fiscalía, las discrepancias entre las declaraciones formuladas por el ministro en el juicio al ex terrorista Hans-Joachim Klein y la versión de la ex miembro de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), Margrit Schiller, sobre si ésta fue o no hospedada en casa de Fischer a principios de los años 70 justifican la sospecha de falso testimonio. Pero el propio juez que condenó a Klein recientemente consideró que la decisión de la fiscalía de Hesse es política. Fischer es la figura política más popular de Alemania, y para la oposición democristiana erosionar su figura resulta muy conveniente.
Durante el juicio a Klein por un atentado a la sede de la Opep en 1975, Fischer negó en un principio que Schiller hubiera vivido unos días en la casa que compartía con varios correligionarios izquierdistas. Sin embargo, posteriormente matizó la observación diciendo que era probable que Schiller viviera en un departamento contiguo.
Fischer compareció en el proceso a Klein en calidad de testigo y habló sin tapujos sobre la época de su militancia de izquierdista radical pese a que no eran relevantes para el caso. El juez le advirtió de antemano que no tenía obligación de hablar del asunto.
Motivación política
Por su parte, Margrit Schiller -quien actualmente vive en Uruguay-, afirma en su autobiografía aparecida en 1999 haber pasado varios días en el departamento de Fischer en abril de 1973 e incluso haber salido de copas con él. La decisión de la fiscalía fue criticada duramente por el juez que encabezó el proceso a Klein, Heinrich Gehrke, quien estima que el asunto tiene una motivación política.
En declaraciones que publica el diario económico Financial Times-Deutschland, el magistrado calificó de "sumamente inusual" la actuación de los fiscales y opinó que el ministro no cometió delito alguno. "Al final no va a salir nada de esto", sentenció.
El periódico señala que los fiscales se habían reunido días atrás con el subsecretario de Justicia del Estado federado de Hesse, el democristiano Herbert Landau, con quien habrían estudiado la posibilidad de abrir sumario contra Fischer, lo cual, a su vez, afianzaría la teoría de un complot político contra el ministro.
También el eurodiputado y correligionario de Fischer, Daniel Cohn- Bendit, expresó este fin de semana la sospecha de que sectores de la Unión Cristiano Demócrata alemana (CDU) habrían influido en la decisión de la fiscalía. Cohn-Bendit fue el máximo líder del denominado Mayo Francés, el alzamiento estudiantil de 1968.
El fiscal general de Hesse, Hans-Christoph Schaefer, defendió enérgicamente a su equipo e hizo hincapié en que no habían recibido órdenes, sugerencias ni pedidos de la dirigencia política.
La militancia de Fischer en la izquierda radical de los años 70 le podría deparar además una investigación parlamentaria. Las opositoras Unión Cristiano Demócrata y Socialcristiana (CDU-CSU) anunciaron ayer que muy probablemente solicitarán la creación de una comisión parlamentaria encargada de investigar el pasado de Fischer. Fischer, con una imagen positiva que ronda el 70%, es el ministro más popular de Alemania. Esto refuerza la idea de que la investigación de la fiscalía haya sido apurada por los democristianos.
Argel, 1969
Pero estos responde que su interés en investigar a Fischer se basa en los informes sobre la participación de Fischer en una conferencia de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1969 en Argel, que culminó con una declaración contra el Estado de Israel.
El jefe de la CSU, el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, dijo que de ser verídica la información y con el trasfondo de la historia alemana, sería inaceptable el hecho de que Fischer haya apoyado una resolución contra la existencia de Israel.
El anuncio de la fiscalía de que iniciará investigaciones contra Fischer fue hecho poco después que el ministro saliera de Berlín para visitar Estados Unidos. Fischer tiene previsto reunirse por primera vez con su nuevo colega estadounidense, el general retirado Colin Powell. Posteriormente hará lo mismo con el vicepresidente Richard Cheney, la asesora de seguridad Condoleezza Rice y el encargado comercial Robert Zoellick.
Temas principales de la agenda de Fischer en Washington serán las relaciones entre Alemania y Estados Unidos y la cooperación transatlántica, así como cuestiones de seguridad, entre las que se incluye todo lo relacionado a los planes de Estados Unidos de instalar un sistema de defensa antimisil y las tensiones en la región del Golfo.
La Ciudad
