El gobernador Carlos Reutemann será el anfitrión hoy de sus colegas Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota del encuentro tantas veces anunciados de los tres presidenciables del peronismo, para considerar como cuestión central temas de tipo económico y social, aunque no podrán eludir la realidad de la interna peronista y el anunciado polo opositor a Carlos Menem.
La reunión está citada para las 10 en la delegación Rosario del gobierno provincial y, al parecer, Reutemann llega a este encuentro con reticencia, hasta el punto de haberse escuchado cerca de él que "la estiró todo lo que pudo". Pero el gobernador no puede permanecer excesivamente al margen de lo que se decide en los centros vitales del peronismo nacional y, mucho menos, mostrarse ajeno a lo que vayan resolviendo sus pares de Córdoba y Buenos Aires.
Es factible que de puertas hacia afuera se insista mucho en la búsqueda de acuerdos económicos ligados a los problemas lácteos, cárneos y automotriz que acucian a las tres provincias (ver sección Economía), mientras que puertas adentro consideren, si no una estrategia, al menos ciertos perfiles que debería tener la campaña electoral del año en curso.
"Para llegar a 2003 hay que pasar por 2001", le precisó ayer a este diario un dirigente de la primera línea del peronismo provincial. En consecuencia, estimó, es posible que los tres presidenciables avancen en un principio de acuerdo para impulsar, en sus respectivos territorios, a los candidatos que cuenten con sus respectivos avales.
El problema, en este caso, se llama Carlos Menem, porque el ex presidente está impulsando a sus propios candidatos en cada una de esas provincias: Alberto Kohan en Santa Fe, Luis Patti en Buenos Aires y Marta Alarcia en Córdoba. Inclusive Menem no ha descartado la posibilidad de que su gente se presente "por afuera" del peronismo en caso de que no logren insertarse en las estructuras del PJ.
Por ahora se trata sólo de declaraciones que posiblemente encubran el deseo de iniciar algún tipo de negociación. De cualquier modo, el propio Reutemann a venido sosteniendo que los tres gobernadores tienen perspectivas diferentes y por lo tanto dimensionan el inminente proceso electoral de manera distinta. En efecto, mientras el gobernador de Santa Fe sostiene que "la gente está en otra cosa" y que "nadie se corta las venas" por las candidaturas a las elecciones de octubre, Ruckauf ha reconocido públicamente que lanzará su candidatura presidencial el 17 de octubre del año próximo. De la Sota, aunque asistido por un amplio aparato publicitario confiado al brasilero Duda Mendonça, dice al igual que Reutemann que a él lo votó el pueblo para ser gobernador y no para otra cosa y que al cumplimiento de ese mandato dedica todo su tiempo.
De manera que el Lole llega a la reunión de hoy interesado centralmente por lo institucional y dispuesto más a escuchar que a decir en lo que refiere a las cuestiones políticas.
¿Un frente común ante la Nación?
Los gobernadores tienen problemas en común, ya considerados en reuniones recientes por sus ministros del área de la producción. Ellos son, entre otros, los concernientes a las industrias automotriz, agrícola, ganadero y lácteo. Es factible pensar que sea en ese ámbito donde puedan establecerse mayores acuerdos, ya que las tres provincias acusan las mismas dificultades y, además, necesitan como el agua la reactivación para generar mayores fuentes de trabajo. Lo tercero es que, siendo gobernadores de los principales territorios que administra el justicialismo, es factible pensar en la proyección de una especie de frente común que puedan presentar, en determinados momentos, ante el gobierno nacional.
Pero se trata en definitiva de especulaciones. Reutemann, ayer, después del acto cumplido en Rosario con Enrique Olivera, volvió a su campo de Llambí Campbell para manejar una de las máquinas con las que prepara la próxima cosecha.
En ese momento parecía ajeno y distante, pero quien lo conoce sabe que no puede dejarse llevar por las apariencias y que lo más probable sea que ya haya elaborado su estrategia y que se proponga concurrir a la reunión de hoy más dispuesto a escuchar que a decir y, por sobre todo, a contraer la menor cantidad de compromisos posibles, cuestión de no sentirse con las manos atadas. Para octubre falta tiempo, se le ha escuchado decir.