Escuchar el resultado de los partidos del domingo acariciando la suerte en una boleta dejará de ser una costumbre del pasado. A partir de mediados de marzo, Lotería Nacional relanzará el concurso de Pronósticos Deportivos, más conocido como Prode, donde los apostadores deben acertar los resultados de los partidos de fútbol. El reglamento del juego llegó el miércoles pasado a la Lotería de Santa Fe y si bien sus autoridades indicaron que aún falta firmar el convenio para su comercialización en la provincia, estimaron que "en pocos días más" se oficializará el acuerdo. Después de tres años sin Prode, el concurso volverá totalmente remozado. A la jugada tradicional se sumará la posibilidad de acertar la cantidad de goles que se conviertan en los partidos, el tiempo que tardará en llegar el primer tanto del encuentro, o el resultado del partido más reñido del campeonato. Y esta modalidad de apuestas se extenderá a otros deportes.
"El juego ya está reglamentado y creo que entre el 15 y el 20 de marzo estará en la calle", aseguró a La Capital el subdirector de Prode de la Lotería de Santa Fe, Rodolfo Nasti. El funcionario recibió en su despacho el nuevo reglamento del concurso y estimó que "en pocos días más" se firmará el acuerdo para su comercialización en la provincia.
Todo indica que el público futbolero recuperará una vieja costumbre: la posibilidad de que el resultado de un partido lo convierta en millonario. "El Prode es un juego que siempre tuvo sus seguidores. Y, desde que se suspendió en el 98, muchos agencieros me siguen preguntando cuándo va a volver", apuntó Nasti.
Cuatro modalidades
En su versión 2001, el clásico juego tendrá nuevas alternativas. A la jugada tradicional se incorporarán dos partidos, así que en total serán quince en lugar de trece. No obstante, los premios se repartirán entre los trece, catorce y quince aciertos.
El apostador que dé con los resultados de los trece partidos recibirá el primer premio. Quien sume catorce aciertos recibirá un bono extra del 10 por ciento del valor del pozo y quienes logren acertar los quince partidos recibirán un superpremio adicional del 60 por ciento.
También se podrá probar suerte apostando a los goles que se realicen durante los encuentros. En este caso las papeletas tendrán tres grillas con cinco partidos cada una. En ella los apostadores deberán consignar el número de tantos que anotará cada equipo. Quien acierte los resultados de una grilla completa se quedará con el premio.
Estas dos modalidades se repartirán el pozo del Prode, es decir, un porcentaje de lo recaudado en cada concurso. Pero se podrá elegir jugar a la banca del Prode. Una alternativa será acertar a qué minuto del encuentro se realiza el primer gol y los afortunados recibirán hasta 65 veces el valor de la apuesta. La otra posibilidad será la de embocar el resultado de un clásico y alzarse con 140 pesos por cada peso apostado.
Para las dos modalidades poceadas el valor de la apuesta será de dos pesos. Y para jugar a la banca el límite mínimo por cupón será de un peso.
Un juego con historia
El último concurso del Prode debía realizarse en mayo de 1998. Pero por esta misma época el juez Víctor Perrota suspendió los partidos debido a los actos de violencia que se suscitaron en los encuentros. No obstante, ya nadie daba un peso por el Prode.
En sólo un año, entre 1993 y 1994, la recaudación había descendido en un 32 por ciento, y éste fue sólo el último tramo de una caída a pique. "Es que cuando se creó el Prode (en 1972) sólo existía la lotería y la quiniela clandestina. Después, el mercado fue invadido con otros productos, como las distintas modalidades de quiniela, el Quini y las raspaditas que le restaron adeptos", analizó el subdirector de Prode de la Lotería de Santa Fe.
"Además, al juego lo exprimieron demasiado. Cuando el pozo quedaba vacante el valor del cupón pasaba de dos pesos a cuatro, y lo mismo con las jugadas extraordinarias. Además, al decaer el número de apostadores los pozos eran también cada vez más chicos", agregó Nasti.
Con su regreso, el Prode buscará seducir a sus viejos seguidores y, por qué no, sumar un nuevo atractivo a la tradicional pasión futbolera.
La Ciudad
