Año CXXXIV
 Nº 49.032
Rosario,
domingo  18 de
febrero de 2001
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Multitudinaria marcha por el asesinato de Natalia

Unas seis mil personas marcharon anoche por las calles de Miramar para pedir justicia por el crimen de la adolescente Natalia Melmann, que esta vez contó con la participación de familiares de los jóvenes asesinados por la policía Miguel Bru y Sebastián Bordón y de la desaparecida Adriana Celihueta.
Gustavo Melmann, padre de Natalia, volvió a señalar al término de la marcha en forma directa a la policía: "Tomen medidas para que los cuadros policiales no sean delincuentes, sino que sean personas que nos cuiden". La familia Melmann recibió las adhesiones y llamados telefónicos de los padres del fotógrafo asesinado en Pinamar José Luis Cabezas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, de los padres de la adolescente catamarqueña asesinada María Soledad Morales, del Serpaj y de la Asociación Víctimas de la Impunidad sin Esclarecer, entre otros.
Pero la marcha esta vez no fue encabezada solamente por los padres de Natalia, sino también por familiares de Sebastián Bordón, asesinado por la policía mendocina, de Miguel Bru, torturado hasta la muerte en una comisaría bonaerense, y de Adriana Celihueta, la joven desaparecida desde hace 14 años en Necochea.
"Parece que la policía tuviera un manual. El caso de Natalia me hace acordar a lo que le pasó a mi hijo. La policía dejó de buscar en los lugares donde la gente había dicho que estaba el cuerpo", dijo Luis Bordón, padre de Sebastián.
El fiscal Marcos Pagella interrogó anteayer durante más de seis horas a Gustavo Gallo Fernández, el principal sospechoso del asesinato de la adolescente. Fernández acusó a dos policías bonaerenses y a un civil "con pinta de cana" de haber asesinado a la chica. Además, contó que él también fue secuestrado -e introducido a la fuerza en el baúl de un automóvil-, una coartada que dejó con dudas al fiscal Pagella, quien considera poco explicable cómo los asesinos podrían haber dejado con vida al testigo clave. Por otra parte, ya está confirmado que la adolescente fue asesinada antes del mediodía del domingo 4 de febrero, poco después de haber sido raptada.
Natalia y Fernández salieron del boliche y fueron interceptados por un patrullero -seguido de otro automóvil- con dos policías a bordo que declararon en la causa que le preguntaron por un accidente de tránsito, una versión de la que los investigadores tienen muchas dudas.
Según fuentes judiciales, Fernández contó que él y Natalia fueron obligados a subir al vehículo por dos policías que estarían entre los 21 que fueron removidos por orden del ministro Verón de la comisaría de Miramar.


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