| | Crisis por la muerte del canillita neuquino El gobierno cedió a las presiones y entregará 50 casas a usurpadores de un barrio de viviendas humildes
| El gobierno neuquino puso fin al conflicto suscitado con ocupantes de un barrio de la ciudad capital, entre los que se encontraba el canillita Rubén Arias, quien se inmoló prendiéndose fuego para evitar el desalojo policial, y les entregará las 50 casas que venían usurpando desde el sábado pasado. La primera de las unidades habitacionales será para la viuda de Arias y sus cinco hijos, según lo decidido por los propios ocupantes tras la reunión que mantuvieron con el ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, y miembros de la Iglesia Católica. Para quienes queden fuera de estas 50 casas, Lara les prometió terrenos y materiales. La noticia fue recibida con festejos en el barrio Confluencia y fueron los mismos vecinos los que decidieron que la casa número uno sea para la familia de Arias, Ingrid Manríquez y sus cinco hijos. Según se informó, el gobierno comenzará un relevamiento para determinar cuáles son los casos que necesitan respuesta más urgente a su demanda habitacional. Como los vecinos no reúnen los requisitos para acceder a viviendas de este valor, las cual es rondan los 20 mil pesos, se les dará facilidades de pago acorde a los ingresos de cada uno de los núcleos familiares peticionantes. Arias, de 33 años, se inmoló el martes pasado para no ser desalojado de la casa que ocupaba ilegalmente junto con su familia. El hecho desató una guerra de acusaciones entre el gobierno y la oposición en esa provincia patagónica. Además, la jerarquía neuquina de la Iglesia Católica y numerosas entidades condenaron la posición del gobierno sobre los hechos, que fueron repudiados también con movilizaciones populares.
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