Más de 200 personas y una veintena de vehículos marcharon ayer en esta localidad para protestar contra la construcción de un horno crematorio de cadáveres en el Cementerio Jardín de Ibarlucea. Los vecinos, muchos de ellos ataviados con macabros disfraces y portando pancartas, se congregaron frente a la Escuela de Enseñanza Media Nº395 Sylvestre Begnis, y desde allí se trasladaron hasta el domicilio del presidente de la comuna, Eugenio Ivaldi, quien abandonó el lugar antes de la llegada de la manifestación.
La policía trató de impedir la marcha argumentando que se interrumpía el tránsito, pero los vecinos, muchos de ellos niños y ancianos, continuaron con la caravana y replicaron a los uniformados que eran ellos los que ocasionaban el inconveniente porque el móvil policial no arrancaba y los policías debieron empujarlo para sacarlo del lugar.
Bocinazos, sirenas, megáfonos y pancartas estuvieron a la orden del día. "Peligro tóxico", "Coimeros devuélvannos el aire puro","No a las coimas, sí a la vida de los niños", "Ivaldi y Bembenutti: No cambien la salud de los niños por plata", "Oremos por las personas que ponen en riesgo la vida del prójimo" y "Dioxina es cáncer", rezaban algunos de los carteles que exhibían los vecinos de Ibarlucea.
La manifestación, luego de recorrer varias calles del pueblo y cruzar la ruta, llegó hasta el domicilio de Ivaldi, pero el jefe comunal no estaba en su casa, que estaba ocupada por policías. Sin que se registraran incidentes los manifestantes se desconcentraron del sitio junto a las últimas luces del día.
Los vecinos dudan de que sólo se vayan a cremar cadáveres, ya que sospechan que en el horno también se destruirán residuos patológicos y otros elementos contaminantes.
La noche de los muertos vivos
Además sostuvieron que "ya se observan movimientos de gente que está trabajando en el cementerio, pero el pueblo está firme y unido. Ese horno no funcionará en Ibarlucea. No queremos respirar muertos. ¿Qué quieren, otra noche de los muertos vivos?", ironizó el vecino Chaves en alusión al famoso film de terror.
El miércoles pasado, los vecinos se hicieron presente en la sede comunal -San Martín y Corrientes- para tratar de dialogar con Ivaldi, quien meses atrás había señalado que "si el pueblo se opone la obra no se hará". No obstante, los procesos licitatorios continuaron y la obra se adjudicó, al punto que Ivaldi ya no quiere dar marcha atrás. Los vecinos sostienen que el horno "contaminará los animales y vegetales de la zona porque dentro de los elementos tóxicos que emiten los crematorios se encuentran las dioxinas -sustancias cancerígenas que alteran el sistema inmunitario, hormonal, reproductivo y nervioso-. "Además no generan fuentes de trabajo, y nuestras casas y terrenos se desvalorizarán", dijeron.
Los vecinos sostienen que "aquí hay cosas raras. Cuando se llamó a licitación, si es que así se hizo, sólo una empresa se presentó, a la que rápidamente se adjudicó la obra. Los vecinos denunciaron "supuestas irregularidades ya que la empresa (Crematorio Privado Ibarlucea SRL) se formó solamente para realizar esta obra".
"La población subsiste de la producción de las quintas, la venta de aves y porcinos, y de cinco guarderías caninas en la cual los rosarinos dejan en hospedaje a sus animales. Este es un horno crematorio disfrazado, donde también incinerarán residuos patológicos, los que están siendo rechazados en todo el mundo", denunció en su momento Beatriz Recanatesi.