Año CXXXIV
 Nº 49.032
Rosario,
domingo  18 de
febrero de 2001
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Salta: Helados de uva
En Cafayate, una familia sorprende con sus "cucuruchos sabor torrontés"

El mito de las altas temperaturas de Salta deja de ser creíble ante los placenteros 25 grados de Cafayate, la ciudad de los viñedos y las serenatas. Ese es el clima ideal para que maduren, lentamente, los racimos de uvas que el hombre convierte en uno de los vinos más celebrados del mundo. Y es allí donde la cultura vitivinícola ofrece una de sus pocas rarezas: los helados de vino.
Sólo hay que pedirlos en la heladería Miranda, donde los helados de vino se elaboran siguiendo una receta tan exclusiva como secreta. Se puede pedir un cucurucho sabor torrontés o un abocado cabernet, y degustarlos mientras Ricardo y Mirta Miranda cuentan la increíble historia de este hallazgo.
Los Miranda hurgaron secretamente durante doce años en mezclas y más mezclas, hasta que dieron con la justa alquimia de los helados de vino -tintos y blancos-, que hicieron de su negocio cafayateño "la única heladería del mundo que fabrica estos sabores".
Además de creador de helados, Ricardo se expresa a través de la pintura, obras que expone en un salón aledaño. Afirma que sus cuadros trasuntan la paz que vinieron a buscar hace 26 años a Cafayate, cuando la pareja decidió dejar Mar del Plata y continuar la vida en los Valles Calchaquíes.
Los dos afirman que esta ciudad salteña es "nuestro lugar en el mundo", y agregan que "la naturaleza cafayateña te moviliza y te provoca". Mientras tanto, Mirta sigue despachando los helados de vino, convertidos ya en atracción turística.
En su pequeño negocio de la calle San Martín los Miranda también elaboran muchos helados de frutas -"las cosechamos con nuestras propias manos"-, pero admiten que los más pedidos son los de cabernet y torrontés. Ante tanta demanda, una bodega -que por ahora prefiere el anonimato- los provee de la materia prima.
La ciudad de Cafayate tiene valiosos edificios coloniales, infinitos colores en los cerros que la rodean, extendidas plantaciones de vides y muchas bodegas donde el clima salteño y la experiencia de los expertos añejan varietales de fama internacional.
Los Miranda afirman que les han propuesto comercializar los helados de vino, pero que por ahora prefieren seguir disfrutando de la vida mansa en las alturas cafayateñas.



Cafayate, tierra de nobles viñedos y serenatas.
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