El Instituto Autárquico Provincial de Obra Social (Iapos) malgastó en el último año dos millones de pesos al dilatar la aceptación de una propuesta formulada en enero del año pasado, que le permitiría ahorrar 160 mil pesos mensuales.
Se trata de un sistema sugerido por expertos en farmacoeconomía de Capital Federal, por el cual se podría ahorrar en medicamentos especiales para tratamientos de insulina, anticancerosos, antihemofílicos y antisida, para los afiliados de la obra social.
Según trascendió del propio Iapos -cuya titular es María Inés Insaurralde-, el proyecto está trabado por una fuerte burocracia interna de la obra social, y por el corporativismo farmacéutico local.
Es que la propuesta formulada desde Capital Federal apunta a que la obra social le compre los medicamentos directamente a los laboratorios, eliminando de esta manera la intermediación.
En la actualidad, el descuento para el Iapos en medicamentos especiales es del 27 por ciento sobre lo que facturan las farmacias, mientras que con el nuevo sistema el beneficio sería del 40 por ciento. La diferencia entre ambos descuentos significa, se dijo desde la obra social, unos 160 mil pesos mensuales. Si el Iapos tenía en enero de 2000 esta propuesta en la mano, la cuenta regresiva ya le costó unos dos millones de pesos.
El año pasado, las autoridades de la obra social aseguraron que el sistema sería puesto en funcionamiento este año. Las hojas del almanaque van cayendo sin que se tengan noticias al respecto.
Resistencia
Como un secreto a voces, las fuentes internas hablan de una resistencia en los mandos intermedios del Iapos, así como de una fuerte presión desde el Colegio de Farmacéuticos de la primera circunscripción que, como vocero del corporativismo farmacéutico, defiende el negocio de la intermediación local.
La entidad profesional es la que tiene el convenio de provisión de medicamentos especiales con el Iapos, delegado en Rosario al Círculo de Farmacéuticos. De ponerse en funcionamiento el nuevo sistema, los afiliados retirarían los medicamentos directamente en la obra social, y no en las farmacias.
El proyecto también encontraría una seria resistencia de parte de las droguerías locales que proveen este tipo de medicamentos a los negocios minoristas.
En tanto, dicen desde la obra social más importante de la provincia, se perjudican los 450 mil afiliados, ya que con el dinero que se ahorre podría ponerse en funcionamiento un servicio de emergencias.
La Ciudad
