La Escuela Especial 2.096 de Estimulación Temprana es el único establecimiento público de su tipo en el sur de la provincia. Otro edificio de características similares se encuentra en la capital provincial. Sus instalaciones están especialmente equipadas para trabajar con niños que padecen distintos trastornos en el desarrollo. "Tenemos chiquitos con síndrome de Down o discapacidades visuales, entre otros", explicó una de las docentes, quien agregó que "con todos ellos se trabaja en sesiones individuales y junto a los papás. Desde muy chicos hasta que tienen tres años es la edad en la que hay que realizar la estimulación temprana porque es cuando se están desarrollando y el cerebro tiene más plasticidad", explicó. En la escuela hay una sala acondicionada para trabajar con chicos que padecen alteraciones visuales. "Todos los chiquitos que concurren son de clase social media baja", admitió la docente.
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