Año CXXXIV
 Nº 49.028
Rosario,
miércoles  14 de
febrero de 2001
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Otra vez está libre un hombre que había sido condenado por homicidio
Es Manuel Bon Saleh, sentenciado a 15 años en un fallo que todavía no está firme. Lo beneficia el 2x1

Jorge Salum

La fianza aportada por un religioso permitió a un recluso, condenado en primera instancia a 15 años de prisión por un asesinato, salir en libertad hasta que la Cámara Penal termine de revisar el juicio en el que lo sentenciaron. Se trata de Manuel Alberto Bon Saleh, de 30 años, quien estaba detenido desde mediados de diciembre, aunque por una cuestión más bien formal y no por el homicidio del que lo acusan. Ayer fue excarcelado por segunda vez desde que se vio involucrado en el crimen, ocurrido hace cinco años.
Para el juez de sentencia Alberto González Rímini, Bon Saleh es el autor material del homicidio de Ramón César Ovelar, un muchacho de 24 años que desapareció el 4 de junio de 1995 en Villa Gobernador Gálvez, donde vivía, y cuyo cadáver fue hallado casi cuatro meses después en el fondo del arroyo Saladillo.
Sin embargo, cuando González Rímini dictó el fallo ya hacía tiempo que Bon Saleh estaba libre: como había pasado demasiado tiempo en prisión sin condena, consiguió que lo beneficiaran con la ley del 2x1 y así pudo abandonar la cárcel. El 2x1, que computa doble cada día de prisión a partir del segundo año de detención sin condena, es una garantía para acusados y sospechosos y un freno para la desidia o la ineficacia judicial.
Como Bon Saleh apeló, la sentencia de González Rímini no es definitiva y por lo tanto tiene que ser revisada por la Cámara Penal, algo que está ocurriendo por estos días. Por la misma razón, el juez no podía detenerlo, por más que a su juicio le corresponde un castigo de 15 años de prisión por ser culpable de homicidio.

Preso por una formalidad
Aún así, González Rímini buscó la manera de arrestarlo, y lo consiguió casi por una formalidad: como Bon Saleh no concurrió al juzgado para notificarse del fallo el día que lo citaron, lo declaró rebelde y pidió su captura. Una semana después, el presunto homicida estaba otra vez entre rejas.
Sin embargo, el abogado Fernando Mellado cuestionó la decisión de González Rímini y consiguió que la Sala I de la Cámara Penal la modificara. Quizás un detalle lo ayudó: cuando finalmente Bon Saleh fue al juzgado a notificarse de la sentencia, a mediados de diciembre, ya hacía tres días que el juez había dictado su captura. Pero el acusado llegó, firmó y se fue sin que nadie lo detuviera, una conducta difícil de calificar como rebeldía.
La resolución de la Cámara salió ayer, pero la excarcelación es bajo fianza. En este caso, quien garantizó que Bon Saleh no escapará ni se ocultará antes de que la Cámara dicte el fallo definitivo es un pastor que lo asistía espiritualmente mientras estuvo detenido en la cárcel de Riccheri y Zeballos. Esta es la segunda vez que lo hace (la primera fue cuando salió en libertad por la aplicación del 2x1) y, como la primera vez, también en esta ocasión el religioso presentó como fianza su propia casa.


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