San Salvador. - Más de 120 personas murieron y 1.200 resultaron heridas ayer a raíz de un nuevo sismo de más de seis puntos que azotó a El Salvador, justo un mes después de que un violento terremoto -de 7,6 grados en la escala Richter- matara a 844 personas en este país centroamericano de 6,2 millones de habitantes. Los departamentos centrales de San Vicente, Cuscatlán y La Paz fueron los más afectados.
El ministro de Obras Públicas, José Angel Quiros, expresó en un informe parcial que "hay unas 200 casas derrumbadas donde hay personas sepultadas", en San Vicente, unos 60 kilómetros al este de San Salvador. Daniel Hernández, subdirector del centro de Investigaciones Geotécnicas, expresó que la magnitud preliminar del sismo fue de 6,1 grados en la escala Richter, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos lo situó en 6,6 grados. El Servicio Nacional de Información de Sismos de Estados Unidos expresó previamente que el temblor, que ocurrió a las 8,33 (hora local), había sido de 5,7 grados de magnitud.
Area crítica
El jefe de la policía de El Salvador, Mauricio Sandoval, dijo que los tres departamentos más afectados por el nuevo sismo están en un "área sumamente crítica" y se encuentran en estado de emergencia, junto al de Cabañas. El presidente Francisco Flores viajó al área afectada, anunció el portavoz presidencial, Luis López Portillo.
Un geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos, John Bellini, afirmó que este sismo, que también se sintió con intensidad en Honduras y Guatemala, era una secuela del terremoto del 13 de enero. El científico dijo que el epicentro del sismo se localizó en el Océano Pacífico, unos 100 kilómetros al sur de San Salvador, y que su foco se ubicó a una profundidad aproximada de 30 kilómetros bajo el lecho marino. Aproximadamente una hora después del sismo, El Salvador fue sacudido por una réplica, de menor intensidad, dijeron testigos.