Gabriel González
Una empresa carrocera de Rosario se lanzó a incursionar en el mercado norteamericano. Se trata de Imeca SRL, con planta industrial en el sur de la ciudad, que en menos de tres meses exportará sus primeros cuatro chasis carrozados con destino a compañías de Houston, Texas, en una primera prueba piloto. Directivos de Imeca puntualizaron que aspiran a exportar unas 20 unidades anuales, lo cual significaría un aumento del 15 por ciento en su volumen de su producción. Como el carrozado de cada unidad cuesta unos 100 mil dólares, esperan facturar dos millones al año por las ventas al país del norte.
Imeca es hoy una de las principales empresas del polo carrocero rosarino que opera en el mercado de las unidades de larga distancia. En la época de gloria del sector alcanzaron a producir unas 35 unidades al mes. Pero luego llegaron las sucesivas crisis económicas y de apertura económica, que complicaron a una actividad de cuño local. Algunas empresas famosas, como Cametal y DIC, terminaban en la quiebra, mientras que un competidor poderoso, Marcopolo de Brasil, se afincaba en la ciudad cordobesa de Río Cuarto.
La oportunidad de exportar les llegó de segunda mano, luego de que los importadores norteamericanos sufrieran una primera experiencia fallida con la fenecida DIC. Según relatan operadores del mercado local, en aquella ocasión los tejanos llegaron a adelantar dinero a cuenta de un primer lote de unidades, pero la empresa local tuvo problemas y los productos jamás se fabricaron.
En esta segunda vuelta los norteamericanos tomaron más recaudos, por lo que la inversión quedó bajo la responsabilidad de Imeca. Tuvieron que comprar cuatro chasis en Estados Unidos, que ahora están siendo acondicionados en la planta ubicada en Ovidio Lagos al 6300.
Un interrogante es cómo puede hacerse rentable una exportación de grandes volúmenes y tonelaje, si se tiene en cuenta que el flete de ida y vuelta para movilizar una unidad desde y hacia Norteamérica cuesta 25 mil dólares. En la explicación coadyuvan varios factores:
* EEUU soporta un déficit en la producción interna, lo cual lo lleva a buscar suministros en terceros país, como México y la Unión Europea.
* Los importadores son empresas chicas y medianas, que en los mercados tradicionales sólo pueden aspirar a productos fabricados en serie. En cambio, Imeca les fabricará unidades a medida.
* Las carrocerías argentinas son en promedio un 25 por ciento más baratas que las del mercado norteamericano.
* La venta hacia el exterior de carrozados goza de un reintegro fiscal del 12 por ciento.
Aún con estas ventajas, no todas son rosas. En diálogo con La Capital , Omar Santero, copropietario de Imeca SRL junto a Carlos Guerra, lamentó la falta de incentivos oficiales para promover las exportaciones, y anticipó que tiene la intención de comprometer a otros sectores en el negocio exportador (tanto privados como estatales "como ocurre en cualquier país exportador del mundo"), pero primero está dispuesto a esperar "a que se vea que es una realidad".
Por lo pronto, ya consiguieron rodearse de algunos proveedores que están dispuestos a acompañarlos, quienes le fabrican algunos productos con características especialmente especificadas. Por ejemplo tal es el caso de Ventalum, una empresa de Buenos Aires que abastece las ventanillas. Los colectivos a exportar son de piso y medio y cuentan con estructura galvanizada. Aunque los importadores no lo pidieron expresamente, Imeca acaba de certificar las normas ISO 9001, que otorga el Bureau Veritas: "En poco tiempo más la certificación va a convertirse en una cédula de identidad para poder vender, y nosotros fuimos la primera empresa nacional que lo logramos", se ufanó Santero.
Los importadores son empresas chicas y medianas localizadas en Houston, denominadas El Conejo, Adamé, El Tornado y Marestour. La más grande controla una flota de 80 unidades y la más pequeña una de 15.
El polo sectorial se armó en Rosario a principio de los 60, cuando Decarolli Hermanos dejó de fabricar en madera para pasar a incorporar la chapa y los materiales sintéticos; y luego se sumó el otro pionero, Cametal. De hecho, el principal fabricante de las unidades de dos pisos, Troyano, es un ex empleado de Cametal, mientras que Santero y Guerra trabajaron inicialmente en DIC.
Cuando fabricaba 35 unidades mensuales Imeca llegó a dar empleo a unas 430 personas. Durante el 2000 promedió entre 11/12 carrozados por mes, con una plantilla de 150 trabajadores. Como se trata de una actividad de características artesanales, la formación y la calidad de la mano de obra constituye un factor clave.
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La Ciudad
