Un estudio piloto realizado en Argentina comprobó que la melatonina puede ser un tratamiento alternativo y seguro para los pacientes que sufren fibromialgia, un mal reumático crónico que afecta principalmente a las mujeres y suele acompañarse de depresión, irritabilidad y ansiedad. Los resultados preliminares de la investigación se publicaron en la revista Clinical Rheumatology.
Por el componente psiquiátrico de esta enfermedad, los antidepresivos están entre los fármacos más usados para abordarla. El nuevo estudio sugiere que la melatonina -hasta ahora empleada solamente para tratar el insomnio o corregir los desfasajes horarios después de un viaje- podría ser un nuevo integrante del botiquín esencial.
"La melatonina es una hormona natural que mejora la calidad del sueño y las alteraciones de humor", afirma el reumatólogo argentino Gustavo Citera, uno de los autores del trabajo que se realizó en el Instituto de Rehabilitación Psicofísica y el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Como la melatonina no tiene contraindicaciones, los médicos que participaron en la investigación continúan con los ensayos terapéuticos, únicos en su tipo a nivel mundial, y la recetan a sus pacientes.
El estudio se prolongó por cuatro semanas y participaron veinte pacientes mujeres que ingirieron 3 mg diarios de melatonina antes de ir a dormir. Ellas no sólo mejoraron la calidad del sueño, sino que también experimentaron progresos leves en otros parámetros psiquiátricos (aunque los resultados en este último caso no alcanzaron significación estadística).
Una vida mejor
"La melatonina actúa sobre el problema del sueño, asociada a la enfermedad, y lo mejora junto con la calidad de vida del paciente", agrega otro de los autores de la investigación, Ignacio Brusco, neurólogo y psiquiatra del Hospital Francés de Buenos Aires.
Otra ventaja de este reparador natural del sueño es que no tiene contraindicaciones para recetarlo en combinación con los antidepresivos. Como la fribromialgia es una enfermedad crónica, esta sustancia es especialmente adecuada porque se puede tomar a largo plazo.
"Los pacientes mejoran -sostiene Citera-, aunque por las características de la enfermedad no existe un medicamento exclusivo. La melatonina ayuda mucho y no tiene efectos adversos. Es mucho mejor que los analgésicos y antiinflamatorios".
Citera menciona que la mayoría de las investigaciones que se están desarrollando en el mundo sobre fármacos para tratar la fibromialgia se concentran en combinaciones de antidepresivos, analgésicos, hormonas de crecimiento e inhibidores de los receptores de serotonina (un neurotransmisor que regula el sueño, el dolor y la respuesta inmunológica).
Diagnóstico huidizo
En países como los Estados Unidos y España, la fibromialgia afecta a entre un 2 y 3% de la población. Y estos índices son similares para todas las poblaciones caucásicas. Nueve de cada diez pacientes son mujeres y la patología se puede desencadenar en cualquier etapa de la vida.
En la mujer es más frecuente que se presente entre los 29 y 37 años. Pero debido a que incluye un grupo amplio y complejo de síntomas es común que las pacientes recorran muchos médicos, descartando otras patologías hasta llegar al diagnóstico correcto.
Los síntomas que dan nombre a la enfermedad son los fuertes dolores musculares asociados a una sensación de quemazón y fatiga muscular. A veces, la persona se siente como en un estado posviral, lo que a veces induce a confundir la fibromialgia con el síndrome de fatiga crónica. Otros factores que agudizan los síntomas son los cambios climáticos bruscos, los cambios hormonales (la menopausia, por ejemplo), el estrés y el exceso de actividad física.
Esta patología ha sido reconocida recientemente por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre los principales parámetros de diagnóstico, el Colegio Americano de Reumatología incluye la presencia de dolor generalizado por más de tres meses (previo descarte de otras causas) y dolor ante la presión en al menos 11 de 18 puntos sensibles en todo el cuerpo.
Además de la medicación, es habitual que el tratamiento se complemente con infiltraciones en los puntos dolorosos, actividad física suave (natación, por ejemplo), aplicación local de calor o frío y masajes.
Los tratamientos actuales de la fibromialgia procuran básicamente mejorar la calidad del sueño y reducir el umbral de dolor del paciente. Todavía no se ha determinado con certeza la causa de esta enfermedad. Sí se han identificado desencadenantes como infecciones, accidentes, artritis reumatoidea, lupus e hipotiroidismo.
La Ciudad
