Rodolfo Bella
Juan Pablo Geretto nunca estudió teatro y "Solo como una perra", el unipersonal con el que ganó el premio Estrella de Mar, fue su debut en los escenarios. El espectáculo, que combina en dosis exactas humor, ironía y ternura, ya lleva tres temporadas en cartel en Rosario, y desde fines del año pasado se presenta también en Buenos Aires y Mar del Plata. "Hasta ahora nunca sentí que el teatro sea un trabajo, creo el día que lo sienta me voy a dedicar a otra cosa", confesó a Escenario el actor, que aunque nació en Gálvez se siente rosarino de pura cepa, y añadió: "Nunca me subí a un escenario pensando en los premios, pero debo confesar que habar ganado uno me gustó y me llena de orgullo". -¿Estudiaste teatro? -Oficialmente no. Hago teatro desde los ocho años y nunca me propuse estudiar teatro en una escuela. Hice teatro independiente en Gálvez hasta los 18 años. Eran creaciones colectivas, nada de ningún autor reconocido. Después me mudé a Rosario. Cuando llegué empecé a incursionar en todas estas cuestiones del transformismo. Me parecía que era algo interesante y que se podían hacer muchísimas cosas desde ese lugar. -¿Qué te interesó en particular del transformismo? -Siempre me atrajo el punto de vista de las mujeres. De hecho, me crié entre mujeres y así fue como me di cuenta de que los hombres son menos arriesgados. Las mujeres son más extremas: pueden ser muy dulces o sumamente crueles, y creo que mis personajes son así: son muy tiernos y muy salvajes, todo al mismo tiempo. -¿De qué manera te marcaron las mujeres de tu familia? -En mi casa hay mucho humor. El humor está constantemente en toda mi familia. Hay humor, inclusive, para enfrentar situaciones jodidas. Fue maravilloso tener humor en la familia en ese sentido. Creo que de ahí parte todo también. -¿Cuando decidiste hacer transformismo no hubo prejuicios ni presiones? -No hubo ningún tipo de historia. Además en Gálvez ya había hecho algunas cosas, habíamos trabajado con el grupo de teatro en un cable y hacíamos lo que había que hacer. Generalmente creaciones colectivas, y nada de ningún autor reconocido. No importaba el disfraz que nos teníamos que poner. De hecho, siempre fue muy divertido ver a un hombre vestido de mujer. Siempre fue un tema muy tranqui. Yo tengo una relación maravillosa con mi familia y esto era parte de la actuación. -¿Tan maravillosa al punto de que tu mamá o tus tías te presten la ropa? -No, pero porque no se dio, porque seguramente lo hubieran hecho. -¿De dónde salieron tus personajes? -Generalmente es gente que conocí o que conozco. Gente que estuvo en mi vida en algún momento. Son personajes muy cotidianos. No tienen historias demasiado retorcidas o rebuscadas. Están siempre llevados al palo para que cause efecto la historia que se quiere contar. Son personajes muy reales y de la calle. -¿Nunca tuviste problemas? -No, todo lo contrario. Siempre fui medio animal, y a veces ni les cambié los nombres, e igualmente estaban chochos. Pero creo que tiene que ver conmigo y con la forma de encarar las cosas. Siempre lo hice con mucho respeto hacia la gente y creo que por eso no ofende. Mi propuesta es sumamente clara. Nunca dejo de ser yo ni trato de vender a otra persona. -¿Es transgresor este tipo de espectáculo? -No, para nada. Acá hubo otro espectáculo nominado y no creo que sea transgresor. Nunca lo fue. Creo que la gente se está enterando un poco más, pero siempre estuvo. -¿Te interesa la transgresión? -No. Me interesa decir cosas que quiero decir. Hasta ahora gracias a Dios no tuve que hacer nada que no me haya gustado o que no haya decidido hacer. Hasta este momento pude elegir lo que quería hacer, pero no por el hecho de transgredir, sino de satisfacer un deseo. -El día que decidas patear el tablero y hacer otra cosa, ¿sentirías que estos años te dejaron alguna etiqueta? -No, de hecho estoy preparando otro espectáculo que no se si tendrá mucho que ver con el transformismo, al menos como estamos acostumbrados a verlo. -¿Cuál es tu máxima aspiración? -Poder hacer el próximo espectáculo, que guste y que me guste. A eso es a lo que aspiro: poder hacerlo bien. Me gustaría que fuera lo mismo que fue "Sólo como una perra", que se volviera a dar el mismo fenómeno que se dio en Rosario. De hecho, en Rosario es donde más me gusta hacerlo. El rosarino es bárbaro para esto. Si le das algo que le gusta, creo que es muy fiel. Más, si lo que hacés está bien, llega solo. -¿Por qué funciona el humor? -Porque creo que es un artículo de primera necesidad. De hecho los espectáculos que mejor funcionan en este momento son los de humor. Lo mismo pasa en televisión. -¿Tenés referentes para el humor? -Mi máximo referente es Niní Marshall. Más allá de ser un humor perfectamente limpio, es superinteligente, atemporal e histórico. Leyendo un texto de ella se puede ver la realidad social de la época. Mi aspiración sería lograr eso algún día, mínimamente, con lo que hago. Pero estoy muy lejos de hacerlo. -¿Qué relación tenés con otros grupos de teatro de Rosario? -No mucha y creo que porque no estaba en el medio teatral rosarino. Ahora es un poco más intensa, pero con las personas que me relaciono es buena. -¿Qué opinión tenés del teatro rosarino? -No veo teatro, porque no tengo tiempo, y además, porque soy telemaníaco. -¿Cómo interpretás el hecho de trabajar desde hace casi dos años con el mismo espectáculo, que es algo atípico para Rosario? -Sí, además con la cantidad de público, pero también tiene que ver con que nunca me moví en ámbitos teatrales sino en café concert. Creo que eso fue a lo que Rosario apuntó en los últimos tiempos. -¿Te sentís en un lugar diferente? -Me siento en un lugar muy afortunado. Agradezco muchísimo que me esté pasando esto. -¿Te sentís un exitoso? -Sí, me siento muy exitoso. Creo que laburo mucho para eso y estamos constantemente haciendo cosas. Aún desde los fracasos me siento exitoso. Creo que sirven muchísimo también. -¿Cómo definís el éxito? -Trabajo. Es nada más que eso. -Una vez dijiste que no te gustaba mucho trabajar... -Que no me guste no quiere decir que no lo haga. Hay cosas que hay que hacerlas. La verdad es que no me gusta mucho laburar, pero esto excede la cuestión del trabajo. Ya no es trabajo, es placer, el día que empiece a serlo, seguramente haré otra cosa.
| El actor recibió el premio de la mano de Corona. | | Ampliar Foto | | |
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