La policía realizó ayer un allanamiento en un galpón de la zona sudoeste en busca de un camión térmico cargado con más de 19 mil kilos de productos lácteos que había sido denunciado como robado el miércoles pasado y se encontró con un desarmadero de vehículos utilizado por piratas del asfalto. Los agentes de la Brigada de Investigaciones llegaron al predio de Ecuador 2340 con los datos aportados por un camionero que primero denunció haber sufrido un asalto en la autopista Rosario-Buenos Aires, pero después terminó por reconocer que había entregado el rodado a cambio de una suma superior a los 4 mil pesos.
Los policías entraron al galpón con una orden de allanamiento firmada por el juez de instrucción Juan José Pazos. Hasta ayer los propietarios del lugar no pudieron ser ubicados por la policía y, por lo tanto, la comitiva tuvo que forzar la cerradura para poder ingresar. En ese sitio se hallaron, además, herramientas de corte, una cabina completa perteneciente a un camión Mercedes Benz, un tren trasero, dos motores desarmados, dos chapas patentes originales y piezas sueltas de otros camiones.
Además de la confesión del chofer, que describió el lugar donde había entregado el vehículo, los investigadores contaron con el apoyo de una empresa de seguridad que había instalado en el rodado un dispositivo satelital de rastreo que detectó el sitio donde estaba guardado. "Lamentablemente la carga no estaba en el vehículo, pero evidentemente hemos encontrado la cueva de unos reducidores de camiones robados", remarcó el comisario Osvaldo Toledo, subjefe de la Brigada de Investigaciones.
Todo comenzó cuando Mario Alberto Páez, un camionero de 32 años, se presentó el jueves junto al dueño de la empresa de transporte Follino, para la cual trabaja, en la seccional de policía de Fighiera y denunció que había sido víctima de un hecho de piratería del asfalto.
De acuerdo su primer relato, Páez viajaba el miércoles desde Villa María, Córdoba, hacia Capital Federal. En un Mercedes Benz 1114 con acoplado y equipo térmico transportaba más de 19 mil kilos de quesos y otros productos lácteos de marca Noal.
Según consignó la policía, el chofer denunció que cuando circulaba por la autopista Pedro Aramburu que conecta Rosario con Buenos Aires, se puso a su lado un Fiat Duna con tres personas armadas. Eso ocurrió a la altura de la localidad de Fighiera. Páez fue obligado a detener la marcha y a subir al automóvil. De esa forma estuvo virtualmente secuestrado durante casi seis horas junto a dos de los desconocidos. El otro delincuente, en tanto, se llevó el camión.
La odisea del camionero terminó en bulevar Oroño y Circunvalación, donde fue abandonado. A partir de allí siguió un periplo que a la policía no terminó de convencer. Tras ser dejado en las afueras de Rosario, Páez viajó con unos pocos pesos hasta la sede de la empresa Noal en Buenos Aires y después de más de 24 horas concurrió a denunciar el robo a la comisaría de Fighiera. Allí brindó una declaración que no convenció a la gente de Investigaciones, por lo que al solicitarle una ampliación, el camionero confesó finalmente que entregó el camión a cambio de unos 4.500 pesos.
Fuentes policiales indicaron que el chofer, además de caer en contradicciones y terminar confesando el autorrobo, desconocía que el rodado tenía conectado un sistema satelital de rastreo. El Mercedes Benz estaba en el galpón de Ecuador al 2300, cuyos propietarios no pudieron ser localizados. Mientras tanto, Páez fue indagado ayer por el juez de instrucción Juan José Pazos, quien dispuso que quedara detenido.
En tanto, dentro del galpón también se hallaron partes de otro camión que había sido robado unos 20 días atrás en la provincia de Buenos Aires. La carrocería de este vehículo ya había sido vendida y el resto "estaba desguazado para su venta".
Otra versión
La tarde de ayer un vocero de la empresa Lo Jack, dedicada al rastreo satelital de vehículos robados, sostuvo que Páez es ajeno a la maniobra que le imputa la policía y dijo que "se trató de un verdadero robo que los investigadores pudieron aclarar gracias a nuestra colaboración".
El informante dijo que el chofer del vehículo dio aviso la misma tarde del hecho a la empresa para la que trabaja y contó que "estuvo secuestrado varias horas" para agregar que "supuestamente él no entregó el camión sino que verdaderamente lo asaltaron. Es una persona con antecedentes intachables, que de andar en algo raro no se hubiera comunicado con sus patrones y menos con nosotros para poder hallar el vehículo".
La Ciudad
