"Hay muchas formas de trabajo y la capacitación es una de ellas, como también la formación para el cuidado de ancianos". De esta manera, el secretario de Tercera Edad y Acción Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Aldo Isuani, definió en parte al Programa Cuidadores de Ancianos, que ayer cerró su etapa de capacitación en el auditorio del Centro Cultural Parque de España. La iniciativa -que fue puesta en marcha por las secretarías de la Tercera Edad y de Empleo de la Nación, y por los municipios en los que se está desarrollando- tiene en Rosario 280 beneficiarios, en su mayoría mujeres.
El intendente Hermes Binner destacó durante la ceremonia la importancia de la iniciativa al indicar que "el plan asesora a la gente en el cuidado de las personas de edad y eso les da la posibilidad de conseguir más tarde una ocupación propia". Terminada esta primera etapa, los beneficiarios se capacitarán durante cinco meses mediante la asistencia domiciliaria de más de 800 ancianos en la ciudad.
El programa fue lanzado en septiembre pasado y involucra a 700 personas, 280 en Rosario y el resto en Santa Fe, Villa Gobernador Gálvez y Paraná. Durante los primeros cinco meses, los beneficiarios participaron de cursos de capacitación sobre el cuidado de la salud del anciano y de los aspectos psicológicos, "pero no abarca cuidados específicos para personas que se encuentran en grave estado de salud", aclaró Isuani, quien aseguró que "los diplomas que hoy (por ayer) se entregan los habilitan a cuidar a adultos mayores".
Si bien cada persona involucrada en el programa recibe una remuneración de 160 pesos mensuales por cuatro horas de capacitación diaria, el secretario de la Tercera Edad prefirió no etiquetarlo con el rótulo de plan de empleo: "Nosotros estamos haciendo otro planteo, porque los planes Trabajar están un poco devaluados. Creemos que hay muchas formas de trabajo y la capacitación es una de ellas, así como el cuidado de los ancianos".
Con el objetivo de "formar gente para la atención de ancianos que en su mayoría no se encuentran cubiertos por ningún tipo de servicio social y que tienen debilitados los lazos familiares", el programa apunta a las jefas de familia desocupadas, que son el 85% de las beneficiarias, y jóvenes desocupados de baja calificación laboral que representan el 15% de los involucrados en la iniciativa.
De la teoría a la práctica
Ahora los beneficiarios deberán trabajar durante cinco meses en la formación práctica, y en ese sentido la Dirección Nacional de la Tercera Edad está tramitando una especie de convenio para ofrecer los servicios de los beneficiarios del programa a las entidades que trabajan con la tercera edad.
Pero ya en julio las 700 personas tendrán que enfrentarse al mercado laboral. "Terminada la capacitación tenemos tres opciones", indicó el secretario de la Tercera Edad, quien detalló: "Una es que estas personas vendan sus servicios a las familias con capacidad económica para pagar el cuidado de sus mayores, pero en el caso de los ancianos sin poder adquisitivo el sector público financiará a las personas que los asistan. También vemos la posibilidad de diseñar un programa de cuidadores que trabaje con el Pami y otras instituciones geriátricas".