El cobro de plus para acceder a la atención de un médico es la queja más frecuente de los afiliados al Pami. Así lo revelan los resultados para Rosario de una encuesta encargada por el mismo Instituto. Sobre 300 casos analizados, el 10% admitió haber pagado algún costo adicional en la visita a su médico de cabecera y otro 9% tuvo que hacer lo propio para conseguir un turno con un especialista. Sin embargo, el 90% de los encuestados consideró que el nivel de prestaciones era satisfactorio.
La encuesta se realizó entre octubre y noviembre del año pasado, aunque sus resultados se conocieron con bastante posterioridad. En aquel período, 22 consejeros fiscalizadores del Pami recorrieron los consultorios de un gran número de prestadores de la delegación local del Instituto. Allí consultaron a 300 jubilados sobre la atención recibida por parte de los profesionales, las condiciones de higiene del consultorio, recepción y sala de espera y los plazos en la solicitud de turno y el cobro de plus en la consulta.
Si bien los consultados no tuvieron quejas en cuanto a la calidad de la atención recibida por los médicos, las denuncias sobre el pago de adicionales y las demoras en los turnos de los especialistas se repitieron en un 10% y un 15% de los casos, respectivamente.
"El cobro de plus en las consultas médicas es, sencillamente, un hecho delictivo", advirtió el jefe de Relación con el Beneficiario de la delegación local del Pami, Jorge Baigorri, después de recordar que en los contratos que el Instituto firma con los prestadores está "explícitamente prohibido el cobro de adicionales por la atención".
En este sentido, el funcionario reconoció que el Pami tendría que estar "más encima" de los profesionales y buscar "alguna forma de sanción" frente a estas prácticas. "La situación es preocupante, en primer lugar porque estos médicos tienen un gran número de pacientes cautivos, y, por otro lado, no se trata de personas que estén en condiciones de pagar un plus, aunque sólo sean cinco pesos", indicó Baigorri.
Esta encuesta fue realizada por el Pami en todo el país. En la delegación correspondiente a Rosario el sondeo fue encargado a un grupo de 22 consejeros fiscalizadores seleccionados entre 3 federaciones de jubilados que estaban reconocidas a diciembre del año pasado. El objetivo fundamental del muestreo fue establecer los puntos flojos de los servicios que presta el Instituto.
Prueba superada
Más allá de estos problemas suscitados en distintos consultorios, el 90% de los jubilados consultados consideró "satisfactorio" el nivel de las prestaciones del Pami relacionadas con la atención de médicos de cabecera y profesionales especialistas. En cuanto al nivel de atención de las farmacias, el 95% se mostró conforme.
Estos porcentajes superaron ampliamente la media que ostenta el Pami a nivel nacional, donde el 30% de los jubilados manifestó haber tenido inconvenientes con la atención en los últimos tiempos. Dentro de las quejas más frecuentes se esgrimieron el tiempo que los pasivos tienen que esperar para conseguir un turno, con moras que se extienden entre los 30 y los 45 días.
"Esto nos muestra que hemos hecho un buen trabajo", subrayó el interventor de la delegación local del Pami, Miguel Capiello. El funcionario recordó que cuando asumió "había servicios que no se estaban dando. Ahora están todos en funcionamiento y, si bien deben ser mejorados, están encaminados".