Rosario Central logró romper el maleficio de cuatro derrotas consecutivas en la Liga Argentina de Clubes de vóleibol, y la víctima fue Universidad de Buenos Aires al que derrotó en el microestadio del Cruce Alberdi 3 a 1 (21/25, 25/21, 25/20 y 25 a 21) por la vigésimo segunda fecha.
El triunfo era una necesidad imprescindible para los canallas que estaban pasando por su peor momento en el torneo con cuatro reveses seguidos, que de todas maneras no le habían impedido seguir estando en los puestos de vanguardia.
El calor sofocante fue el marco en el que Rosario Central disputó un encuentro muy parejo con UBA y donde los dirigidos por Diego Sebben prevalecieron con un efectivo juego de ataque conducidos por otra actuación descollante de Jerónimo Nicola, ausente en el último encuentro frente a Club de Amigos.
Para eso también contribuyó en los momentos decisivos que Universidad se la pasó discutiendo algunos fallos del árbitro que lo desconcentraron y lo sacaron del partido.
Central perdió el primer set debido a que no pudo soportar la presión que ejerció UBA desde el saque y el ataque. Pero en el segundo, los auriazules salieron decidido a revertir el marcador y empezaron a ganar en la red.
Un ataque efectivo
Lo mejor para los canallas estuvo en el tercero cuando desarrollaron un juego de ataque de tal efectividad que por esa vía anotaron 17 puntos, una cifra poco usual.
La definición del último parcial tuvo el retorno para los de Arroyito de Pablo Hebenstreit luego de su operación de apendicitis, quien hizo pesar toda su experiencia. La paridad del juego se desniveló por los reclamos airados de la visita hacia el juez que les hizo perder el control. Y favoreció para que Central se amigara con la victoria.