El juez federal Carlos Liporaci aseguró tener "la conciencia tranquila porque no me enriquecí" en forma ilícita, aclaró que la falta de mérito que dictó en favor de los senadores "no significa el fin del proceso" judicial y dijo que el senador Antonio Cafiero y el ex vicepresidente Carlos Alvarez manifestaron sospechas sobre el pago de coimas "pero han dicho que no tienen ninguna prueba". Según contó, Cafiero declaró "en más de una oportunidad que no tiene ninguna prueba, nada más que un íntimo convencimiento (sobre el pago de coimas a senadores). Es llamativo que ahora se rasgue las vestiduras cuando él ha dicho con toda claridad que no tiene pruebas". "Primero dijo que eran cinco pares suyos que estaban sospechados de haber recibido dinero por la votación favorable de la ley de reforma laboral. En mi juzgado, en cambio, dijo claramente que él no había dicho «sospechados», sino cinco que sospechaban igual que él", explicó el juez en una extensa entrevista difundida ayer por la publicación electrónica Diario Judicial. Además, sostuvo que "el ex vicepresidente Alvarez dijo claramente que compartía la sospecha y el convencimiento de Cafiero. Fue más allá porque habló de una práctica habitual del Senado en la sanción de las leyes, una práctica de tarifar, son sus palabras, la sanción de ciertas leyes. Pero dijo que no tenía pruebas". Respecto de su situación judicial, el juez manifestó tener "la conciencia muy tranquila, porque no me he enriquecido ni soy todo lo que dicen por ahí. Quien conoce mi trayectoria lo sabe. Se instaló en la opinión pública (la idea de) que un juez tendría que vivir en una casa de chapa y para ir a trabajar tendría que ir en tranvía, ni siquiera en colectivo. Creo que eso es una falacia total". Liporaci es investigado por el Consejo de la Magistratura, por posible enriquecimiento ilícito y presunto mal desempeño de su cargo. Paralelamente, está imputado en una causa que tramita su colega Gabriel Cavallo. "Para ciertos consejeros (de la Magistratura) y para cierto periodismo, la función del Consejo es echar a los jueces. Creo que la prioridad es nombrar los mejores jueces, no echarlos", enunció Liporaci, quien se describió como víctima de una "campaña despiadada de intereses espurios". Aclaró, además, que la resolución mediante la cual decretó en diciembre último que carece de evidencias para procesar a los once senadores acusados de haber cobrado coimas para votar la ley de reforma laboral "no significa el fin" de la investigación. "La falta de mérito no significa la finalización del proceso. Es una medida procesal que le permite al juez seguir avanzando en la causa pero con una situación procesal resuelta, significa que el juez no tiene la prueba suficiente" para procesar ni para sobreseer, indicó. Y subrayó que "desde la asunción de Alvarez, el Senado ha sufrido una embestida respecto a la forma de manejarse por parte de los senadores. Ha habido problemas con la ley de lavado, antes con los ñoquis y ésta es la tercera embestida por parte de Chacho Alvarez contra el Senado, a quien considera un cuerpo cerrado, que hay que depurar. Ese tema político debió resolverse en el mismo Senado, independientemente que se investigue el delito".
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