cartas

Médico las 24 horas

La consulta tenía una duración de hora y media o más, revisaba prolijamente al paciente y lo inducía a contar todo lo que pudiera complementar al estudio físico: su estado psíquico, espiritual, problemas por los que transitaba. Su tono sereno inspiraba confianza e invitaba al diálogo sincero, sin apremios de tiempo. Esto llevaba a pronunciar con certeza y sentido de pertenencia: es mi médico. Como todo mortal debe haber tenido diagnósticos muy acertados y otros no tanto. Pero siempre era responsable, no importaba la hora, el feriado, la distancia, él siempre estaba al pie del cañón para aliviar el dolor o la preocupación. Hoy que el sistema permite que los enfermos transiten los fríos consultorios como números o ganado de cuarta, pienso ¡cuánta falta nos hace un médico de familia y amigo como el doctor Miguel Angel Hadad! Lo recuerdo con lágrimas y mucho cariño.
DNI. 1.678.072