Venado Tuerto. - Un acuerdo sellado entre el intendente de Venado Tuerto, Roberto Scott, y el delegado nacional por Santa Fe en el Programa de Saneamiento Ambiental (Propasa), Roberto Meier, permitirá que dos humildes barrios venadenses puedan tener agua potable por red. Los beneficiarios van a ser los habitantes de los barrios Alejandro Gutiérrez y Juan XXIII, donde reside casi el 30% de los venadenses, quienes luego de las tramitaciones correspondientes que va a realizar Meier en el Propasa y la logística que aporte el municipio, podrán contar con agua potable en sus hogares.
De acuerdo a proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) Venado Tuerto va a contar con algo más de 70 mil habitantes en el próximo censo de octubre. Sin embrago y pese a la importancia de esta ciudad, aún no cuenta con agua potable. Este hecho sitúa a Venado Tuerto entre las ciudades más atípicas del país, precisamente por este tema.
La insólita iniciativa, que permite zanjar diferencias políticas entre el frepasista Roberto Meier y el justicialista Roberto Scott, cuenta con el aval de los dos referentes partidarios y está enfocado a terminar con un problema de vieja data en al menos dos de los barrios más humildes de la ciudad.
La idea es que Meier presente en el Propasa la propuesta de brindar agua potable en los populosos barrios venadenses, durante el corriente mes, y que este hecho sea acompañado por la estructura que aporte el municipio en este sentido.
Esta cuestión quedó acordada en la reunión que los dos referentes políticos tuvieron el pasado lunes y en donde convinieron en que se debía trabajar mancomunadamente para "terminar con el drama que aqueja a los barrios Alejandro Gutiérrez y Juan XIII".
Tanto uno como otro barrio padecen problemas estructurales y geográficos ya que en el caso del Juan XXIII, lo bajo del terreno hace que se inunde cada vez que hay una lluvia medianamente abundante mientras que en el Gutiérrez se suceden meteoros de baja envergadura.
Falta de cloacas
Esta situación genera el colapso de los pozos ciegos, como consecuencia en algunas partes de la falta de cloacas, en virtud de la poca absorción de las napas freáticas y a raíz de la sobresaturación de las napas. Obviamente esto genera una contaminación bacteriológica de la cual ambos barrios siempre estuvieron expuestos.
Según Meier "si todo sale bien en marzo estaríamos tramitando un subsidio, con pronta entrega, por algo más de cincuenta mil pesos y que van a servir para construir la red en partes de los barrios donde aún no existe". En ese sentido Scott aclaró que: "Vamos a poner desde el municipio toda la logística posible para llevar adelante este emprendimiento y trabajar mancomunadamente con el Propasa para brindar agua potable a esos dos barrios".
En tanto que el suministro de agua potable posiblemente se brinde a través de la planta de ósmosis inversa que la Cooperativa de Obras Sanitarias (COS) tiene en el predio de calle Laprida.
No obstante esto es algo que aún resta definir en el acuerdo sellado de palabra entre Scott y Meier, pero que posiblemente encuentre buen puerto en los próximos días. "Algunos problemas de índole judicial -dijo Scott- habría que ajustar para que todo salga bien", aunque consideró que "la iniciativa es muy buena y cuenta con todo el apoyo del municipio".