Los niños que deben someterse a una tomografía computada (TC) pueden recibir dosis de radiación cinco veces más bajas que las destinadas a adultos sin comprometer la calidad de las imágenes. El anuncio de investigadores estadounidenses sirve para confirmar la validez de una práctica que ya es habitual en países como España, Argentina o Brasil.
Las TC sólo representan un 5% de los procedimientos de diagnóstico por imágenes, pero pueden contribuir con el 40% de la radiación total que recibe una persona a lo largo de su vida. "No está comprobado que el exceso de radiación cause cáncer, pero cuanto menos usemos, mejor", dice Lane Donnelly, especialista en imágenes del Hospital de Niños de Cincinnati y autor principal del estudio.
Los médicos redujeron la dosis del aparato mediante un simple procedimiento que demanda pocos segundos. A lo largo de dos años, aplicaron en los pacientes una radiación cinco veces inferior a la recomendada por los fabricantes para adultos.
"No tenemos conocimiento de que el ajuste haya impedido la detección de alguna patología ni tuvimos necesidad de repetir el procedimiento con dosis mayores por la mala calidad de las imágenes", aseguran los especialistas en la edición de febrero de la revista American Journal of Roentgenology.
La TC es una técnica de elección para niños con dolor abdominal, sospecha de apendicitis, trauma abdominal, crecimiento de una masa anormal o neumonías complicadas. Su principal virtud es que una computadora reconstruye "cortes" de tejido (como si fueran las rebanadas de un pan) para ver el interior de las estructuras anatómicas.
Otros ya lo sabían
La principal desventaja es que la mayoría de los estudios se hicieron en adultos, y en niños se usan las mismas dosis que en ellos. El trabajo sugiere ahora que todos los centros pediátricos deberían adaptar sus equipos de TC a la envergadura de los pacientes, pero la recomendación llega tarde.
"A diferencia de Canadá y Estados Unidos, en países como España, Brasil o Argentina ya hace algunos años que usamos en niños dosis de radiación cuatro o cinco veces más bajas que en adultos", comenta Juan Bertolotti, jefe de diagnóstico por imágenes del Hospital de Pediatría Sor María Ludovica, de La Plata. "Desde el punto de vista práctico, la calidad de las imágenes es muy buena y resulta adecuada para efectuar el diagnóstico", concluye el médico.